Un momento retrospectivo que analiza las responsabilidades por lo ya hecho y que tiende a identificar responsabilidad con culpa y reparación, y un momento prospectivo, que analiza las responsabilidades por lo que está por venir y que remite principalmente a cuestiones de compromiso. La mayor riqueza del debate sobre la responsabilidad social se plantea en este segundo momento, el que mira al futuro, el que identifica responsabilidad con compromiso, con ‘encargarse de’, con ‘cuidar’. En el ejercicio de esta responsabilidad prospectiva, las empresas responsables reconocen su papel en el interior de la sociedad y se preguntan (y son preguntadas) por los compromisos (a medio y largo plazo) que están dispuestas a asumir en un contexto determinado (la sociedad) que tiene unos problemas concretos de los que es necesario encargarse. Hecha esta matización, podemos afirmar que, desde una perspectiva de la Responsabilidad Social que mire al futuro, las entidades financieras presentan una marcada particularidad respecto al tejido empresarial en general. Dicha particularidad surge de la actividad inversora y financiadora de estas entidades, que les concede un papel protagonista en la generación y sostenimiento de dicho tejido. .
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