Nuestra historia de colaboración con Cruz Roja se remonta a una década atrás cuando en Beiersdorf creamos el proyecto de Responsabilidad Social Corporativa “NIVEA Cares for Family”, que continúa hasta hoy y que nos ha regalado una buenísima relación profesional y personal con una organización tan necesaria.
Para nosotros es inconcebible no contar con Cruz Roja como colaborador. No sólo por su importancia como empresa o su entrega a la sociedad española, sino porque ambos promovemos el valor del cuidado entre las personas.
Los mismos consumidores, cada vez más concienciados del impacto que generan las empresas en su entorno, demandan saber qué proyectos llevan a cabo las empresas que consumen, más allá de vender sus productos o servicios. Por este motivo, en la agenda de sostenibilidad “Care Beyond Skin” de Beiersdorf ambas dimensiones, la medioambiental y la social, son fundamentales y requieren compromisos muy precisos que se traducen en acciones concretas. Desde su implementación, hemos buscado proyectos que además de ofrecer una prestación social relevante también encajaran con el propósito de nuestra empresa y marcas, que en nuestro caso es el Cuidado más allá de la piel, ámbito en el que Cruz Roja destaca.
Colaboramos con Cruz Roja de forma muy estrecha a lo largo de todo el año, tanto en necesidades puntuales como pueden ser sus actos y eventos solidarios como en momentos en los que se necesita ayuda humanitaria a gran escala, sin importar si es la propia Cruz Roja quien lo pide o si actúa como intermediario. En este segundo caso siempre me gusta destacar como Cruz Roja fue un apoyo imprescindible para la distribución logística de nuestras donaciones de solución hidroalcohólica y latas de NIVEA Creme durante la crisis del Covid-19 a hospitales y residencias de ancianos, lugares cuyo acceso estaba muy restringido.
Una de nuestras acciones para recaudar fondos para Cruz Roja y más valoradas por nuestros empleados son nuestros Family Days, celebrados cada año durante el mes de diciembre. En estos días llevamos a cabo varias acciones solidarias, como puede ser la oportunidad de realizar un donativo siempre que se desee y cuya cantidad duplica la empresa, donar el importe de su cesta de Navidad, u organizar una comida solidaria en la que los propios empleados preparan la comida de todos y donan el importe de su menú del día.
Pero sin duda la acción más famosa es nuestro Mercadillo Solidario, realizado unos días antes de Navidad y que conecta a NIVEA y Cruz Roja no solo con nuestros empleados, sino con el resto de la sociedad puesto que atrae a familiares de los empleados y empresas y comercios cercanos. En él ponemos a la venta diversos productos de nuestro surtido a precios simbólicos con el fin de donar la recaudación íntegra a Cruz Roja, que la convierte a su vez en recursos básicos de alimentación para personas y familias en riesgo de exclusión social.
Poder contribuir directamente a la Cruz Roja nos produce un tremendo orgullo, no hay otra manera de expresarlo. Una empresa responsable como la nuestra tiene entre sus principios el aportar a la sociedad al menos una parte de lo que recibe y nos alegra.
Además, la emoción de poder colaborar y ayudar en momentos difíciles como los vividos durante los inicios de la pandemia de Covid-19 o durante todo el año a personas a personas en riesgo de exclusión es indescriptible, porque te hace sentir que tu contribución a la sociedad como empresa es más tangible que nunca. Este tipo de acciones estrechan lazos circulares porque no solo unen a los empleados con la empresa, si no a la empresa con la sociedad y a la sociedad de nuevo con Beiersdorf.
Muchas gracias a Cruz Roja por contar con nosotros, ¡y a por otros diez años más!
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Cruz Roja 2023.