En la era actual, donde la preocupación por el medio ambiente está en su punto más alto y a la vez más urgente, las finanzas sostenibles arrojan algo de luz en el panorama financiero global. Entidades financieras cooperativas como Caja Ingenieros, que ven las finanzas de una forma diferente, ya están liderando el camino hacia un futuro más verde y equitativo. Y forma parte de ese camino ofrecer soluciones que no solo mejoren la salud financiera de las personas, sino que además sean capaces de concienciar a los consumidores de que todos nuestros movimientos financieros tienen un impacto ambiental.
Las compras, transacciones y consumos repercuten en mayor o menor medida en el planeta y, además de conocer su impacto, también es importante saber qué podemos hacer para reducirlo. A finales del año pasado desde Caja Ingenieros pusimos en marcha “Impacto Ambiental”, un servicio innovador que, en colaboración con Mastercard y la fintech sueca Doconomy – proveedor para la calculadora de huella de carbono de Naciones Unidas -, permite a los usuarios evaluar y comprender el impacto ambiental de sus transacciones económicas, concretamente la huella de carbono y la huella hídrica, a través de nuestra aplicación.
Los conceptos “huella de carbono” y “huella hídrica” pueden resultar algo abstractos para muchos consumidores. La huella de carbono mide las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con las actividades humanas y la huella hídrica evalúa el uso de agua directo e indirecto, y ambos son indicadores cruciales para comprender cómo nuestras elecciones económicas y de consumo afectan al medio ambiente. Al proporcionar información clara y transparente sobre el impacto ambiental de sus compras, podemos capacitar a los consumidores para que tomen decisiones más conscientes y sostenibles, apostando por productos y servicios que tengan un menor impacto ambiental, lo que a su vez fomenta prácticas comerciales más sostenibles en toda la cadena de suministro.
Pero más allá de conocer el impacto ambiental, es clave aprender cómo minimizarlo proactivamente. “Impacto Ambiental” también proporciona a los usuarios sugerencias, consejos y retos fáciles de entender y aplicar, para disminuir el consumo de recursos, configurándose como una poderosa aliada para quienes buscan que sus decisiones económicas y financieras estén alineadas con prácticas sostenibles. Este enfoque pionero no solo demuestra el compromiso de la Entidad con la sostenibilidad, sino que también empodera a las personas para tomar decisiones informadas y responsables.
Este servicio completa la calculadora CIMS, otro servicio que permite medir como las inversiones en los Fondos de Inversión de Caja Ingenieros generan un impacto positivo y medible en el planeta. Una muestra más de la prioridad de la Entidad con la cultura y educación financieras y el cuidado del medioambiente.
Ya no es suficiente con centrarse únicamente en los beneficios financieros a corto plazo; ahora, las empresas y las instituciones financieras están siendo llamadas a rendir cuentas sobre su impacto en el medio ambiente y en la sociedad en su conjunto. En este sentido, las finanzas sostenibles ofrecen una alternativa prometedora y son una poderosa herramienta educativa, alineando los objetivos financieros con los principios de responsabilidad social y ambiental.
Una de las principales ventajas de las finanzas sostenibles es su capacidad para impulsar un cambio real y significativo en la forma en que se gestionan los recursos financieros. En lugar de simplemente buscar maximizar los beneficios a corto plazo, las instituciones financieras sostenibles consideran el impacto a largo plazo de sus inversiones y decisiones comerciales. Esto significa tener en cuenta no solo los riesgos financieros, sino también los riesgos ambientales y sociales asociados con cada transacción o inversión y siendo perfectamente compatibles ambos objetivos.
En este sentido, en Caja Ingenieros también ofrecemos un amplio abanico de productos y servicios sostenibles que promueven unas finanzas sostenibles y de impacto positivo. De hecho, actualmente el 94% del patrimonio gestionado en planes de pensiones y el 72% en fondos de inversión, promueve características sociales y/o medioambientales según la normativa SFDR.
Las finanzas sostenibles no son solo una moda pasajera, sino que representan un cambio fundamental en la forma en que concebimos y practicamos las finanzas en el siglo XXI. Como entidad financiera cooperativa, tenemos la responsabilidad y la oportunidad de liderar este cambio, sirviendo como catalizadores para una transformación más amplia en el sector financiero. Al integrar principios de sostenibilidad en nuestra operativa diaria y al empoderar a los consumidores para que tomen decisiones más conscientes, podemos construir un futuro más verde y próspero para las generaciones venideras.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente 2024