Cátia Alves, directora de RSC y Sostenibilidad de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) nos habla de cómo su organización junto a Fundación Prodis han impulsado Educación Financiera inclusiva o Educación Financiera Molona, un proyecto de educación financiera con el objetivo de formar al colectivo de personas con discapacidad intelectual para que éstas puedan desenvolverse ante determinadas situaciones de su vida diaria.
Fundación Prodis y UCI han impulsado un programa de educación financiera inclusiva para personas con discapacidad intelectual. ¿Cómo nace esta iniciativa y qué objetivos tiene?
La educación está en el centro de la Agenda 2030 y se define como uno de los ODS prioritarios porque desbloquea el acceso a otros derechos y, como entidad financiera, en UCI nuestra prioridad es dotar de conocimientos y competencias financieras no solo a nuestros clientes, sino también a los colectivos identificados en nuestra estrategia de inversión en la sociedad.
Esta iniciativa nace gracias a nuestra estrecha colaboración con la Fundación Prodis. Ambas entidades consideramos fundamental dotar a las personas con discapacidad intelectual con herramientas que les permitan ser autónomos de forma íntegra e idónea, porque la verdadera inclusión va más allá del nivel social y el poder adquisitivo, más allá del acceso y el uso de las nuevas tecnologías y también va más allá de vivir en zonas rurales o urbanas. La inclusión, especialmente a nivel financiero, debe tener en cuenta a todas las personas porque solo así tendremos una sociedad más justa e igualitaria.
El programa de Educación Financiera inclusiva o Educación Financiera Molona, como llamamos al proyecto internamente, nace para impulsar la inclusión real de las personas con discapacidad intelectual en todos los ámbitos de la vida.
Su principal objetivo es acercar cuestiones financieras básicas a través de una situación reconocible para los alumnos. De este modo, durante las cinco sesiones del curso, los alumnos aprenderán a desenvolverse para identificar el valor de las cosas, gestionar el dinero, realizar compra o aprender a realizar gestiones online seguras.
De esta forma, las personas que reciban el programa saldrán del curso con los conocimientos necesarios para, entre otras cosas, elaborar un presupuesto, evitar el sobreendeudamiento, o estar alerta de delitos financieros en Internet.
¿Es la educación financiera una asignatura pendiente en España? ¿Por qué?
Sin duda. Estamos mejorando, pero la capacidad para comprender y aplicar correctamente aspectos básicos y diarios de la economía es todavía una asignatura pendiente para muchos españoles, sobre todo si nos comparamos con el resto de Europa, pues somos el quinto país por la cola en este campo.
Por tanto, necesitamos seguir impulsando un mayor conocimiento en el ámbito financiero, sobre todo en cuestiones de la economía cotidiana, no solo desde el aula y en edades tempranas, sino también desde el ámbito empresarial, especialmente en el caso de los actores que formamos parte del sector financiero.
Recientemente, UCI ha sido reconocida por tercer año consecutivo como ‘Gran empresa para trabajar’ por Great Place to Work®. ¿Cuáles son las claves para mantener este reconocimiento?
No hay grandes secretos para hacer de una empresa un gran lugar para trabajar. Se trata de cuidar al activo más importante: las personas.
Al igual que acompañamos de forma personalizada a nuestros clientes, en el caso de las personas que forman parte de nuestra compañía fomentamos el talento, la diversidad, equidad e inclusión. Apostamos por mejorar su calidad de vida apoyándoles en aspectos esenciales como la conciliación o su desarrollo profesional.
Por ello, contar por tercer año consecutivo con la distinción de ‘Great Place to Work’ es el mejor reconocimiento que podría obtener nuestra cultura empresarial y nuestro foco `People First´.
¿Qué otros proyectos de Responsabilidad Social están llevando a cabo en la UCI?
Con el objetivo de fomentar el talento, la diversidad y la inclusión entre nuestra plantilla, desde 2021 formamos parte de Empowering Womens´s Talent, una iniciativa para desarrollar el empoderamiento y liderazgo femenino en las empresas.
También cabe destacar nuestro programa ‘Te acompañamos’, que en el conjunto de 2021 supuso una inversión de casi 50.000 euros. Se trata de una iniciativa destinada a varios objetivos: fomentar la educación financiera de jóvenes, la inclusión de las personas con discapacidad intelectual, la inclusión residencial de colectivos vulnerables y la donación por emergencia global o sanitaria en los países donde tenemos presencia.
Según han hecho público, el 85% de los propietarios españoles haría una inversión para mejorar la eficiencia energética de su hogar. En esta línea, la Agencia Internacional de Energía asegura que 4 de cada 5 edificios no son eficientes en su consumo energético.
¿Cree que España está empezando a cambiar su visión con respecto a la eficiencia energética del hogar?
Poco a poco los españoles vamos adquiriendo más conciencia acerca del papel individual que tenemos en el cuidado del planeta, el mayor hogar donde vivimos todos. Así, la eficiencia energética en el hogar empieza a ser una cuestión de interés y preocupación para los propietarios actuales y futuros.
Lo podemos ver en la inversión que los españoles están dispuestos a destinar para convertir sus viviendas en hogares más eficientes. Un 23% de propietarios estaría dispuesto a invertir entre 5.000 y 10.000 euros según una encuesta de percepción de UCI, mientras que un 24% desembolsaría entre 10.000 y 50.000 euros. Por si eso fuera poco, más de la mitad de los españoles (50,2%) propondría una rehabilitación en su junta de vecinos, mientras que un 21% estaría dispuesto a mudarse a otra vivienda que cumpla con las características óptimas de eficiencia energética.
¿Cómo ve el futuro del mercado inmobiliario en España? ¿Cree que podría repetirse el contexto de burbuja inmobiliaria del año 2007?
La incertidumbre económica está provocando la rotura del equilibrio que el mercado inmobiliario había alcanzado en la recuperación tras la pandemia. El acelerado crecimiento que estábamos viviendo en el sector inmobiliario tras los efectos más duros de la pandemia se ha visto pausado ante la guerra de Ucrania, cuyos efectos más fuertes sobre el mercado los estamos viendo con la llegada del otoño, que parece anticipar cierta ralentización en el volumen de operaciones firmadas, especialmente en zonas con menor demanda.
Sin embargo, desde UCI no esperamos que la reducción en el número de transacciones sea radical dado que en el mercado sigue existiendo un desequilibrio a favor de la demanda por la falta de alternativas de inversión y porque la compra de una vivienda sigue teniendo importantes ventajas frente al alquiler.
Por otro lado, uno de los grandes retos del sector inmobiliario para este y venideros años es la rehabilitación del parque inmobiliario residencial. El reto es de gran calado, pues la mitad de los edificios destinados a vivienda en España tienen más de 50 años de antigüedad, y menos del 5% de ellos tienen una calificación energética eficiente (A, B o C).
Con respecto a tu segunda cuestión, francamente, en España no hay un riesgo real de burbuja actualmente. Creo que no podemos hablar de burbuja ni compararnos con la situación previa a 2008 por varios motivos. Primero, porque no hay un boom de construcción de obra nueva, el sector se está moviendo mayoritariamente en la segunda mano. De hecho, las viviendas nuevas no llegan a alcanzar las 100.000 al año.
También porque las entidades financieras estamos teniendo mucha prudencia a la hora de prestar y, además, estamos en un momento en el que la gran mayoría de las hipotecas contratadas están siendo fijas. En primavera de 2018 representaban menos de un 11% del stock hipotecario total. Cuatro años después alcanzan el 29,6% y, en lo que llevamos de año, más del 70% de las hipotecas que se han inscrito son a tipo fijo, lo que garantiza la protección de muchos hogares ante la subida de los tipos de interés.
Para más tribunas responsables visite nuestra biblioteca Corresponsables.