La inversión socialmente responsable (ISR) permite fomentar la responsabilidad social empresarial desde los sistemas complementarios de pensiones que se constituyen en las empresas para los trabajadores. Resulta especialmente oportuno, en una situación de crisis caracterizada por la falta de responsabilidad social de empresas e instituciones públicas de control, la supervisión y regulación. Un elemento clave para entender la situación actual.
La ISR fomenta una sociedad mejor, más transparente y respetuosa con los derechos individuales y colectivos, sin perjuicio de obtener la necesaria rentabilidad financiera conforme a los objetivos y compromisos asumidos, incluso empieza a haber evidencias de que unas buenas relaciones laborales deben mejorar la calificación crediticia de las empresas, y en consecuencia, reducir sus costes financieros.
La inversión institucional permite ejercer influencia social en las prácticas de empresas y emisores de activos, tanto públicos como privados. Para ello, la educación y sensibilización de los trabajadores para definir y difundir las políticas de inversión de nuestros fondos de pensiones, mutualidades y entidades de previsión social voluntaria, son determinantes.Discutir esta cuestión en el seno de las comisiones de control y juntas directivas de mutualidades permite educar y sensibilizar a las propias empresas.
En esta tarea no somos un agente que actúa en solitario, sino que interaccionamos con otros interesados. Queremos actuar y venimos haciéndolo desde hace años, incorporando criterios de actuación sindical y negociación colectiva, asumiéndolos en nuestras declaraciones programáticas y, muy especialmente, trabajando para dotarnos de medios de convicción y actuación en este terreno. Entre otras actividades dedicamos un importante esfuerzo a la formación, divulgación e investigación en materia de ISR.
Publicamos ahora nuestro último trabajo en esta materia: ‘La inversión socialmente responsable: análisis de la situación actual, debate y propuestas. Las agencias de investigación sobre criterios sociales, medioambientales y de buen gobierno. Una perspectiva sindical’ cuyo principal objetivo es determinar los criterios clave que vamos a utilizar a la hora de valorar los aspectos sociales, medioambientales y de buen gobierno de empresas y países, prestando especial atención a cuestiones e indicadores sociolaborales no sólo porque realicemos este trabajo desde una organización sindical como CCOO, sino principalmente porque son los aspectos peor tratados y menos impulsados en el ámbito de la ISR realmente existente.
Pretendemos contribuir con este trabajo a la integración de la política social y laboral, entre otros aspectos de responsabilidad social empresarial (RSE), en la estrategia de la empresa. El objetivo esencial de este trabajo de investigación, ha sido, no obstante, analizar como son y que nos ofrecen las agencias de investigación en materia de criterios ASG (sociales, medioambientales y de buen gobierno).
Para poner en práctica políticas de ISR necesitamos información y medios de contraste adecuados de lo que queremos hacer y lo que finalmente hacemos o sobre como se ejecutan nuestros mandatos.Para ello, utilizamos las agencias de investigación que actúan como proveedoras de servicios para la ISR. Sin embargo, queremos saber si lo que nos ofrecen se corresponde con lo que les pedimos y, si no es así al menos de forma completa, si podemos influir para mejorar la calidad de su información.
¿Cómo y qué investigan, qué criterios sociales, medioambientales y de buen gobierno incluyen en sus análisis; cómo analizan las diferentes fases de desarrollo de una política de RSE y la participación de las partes interesadas en las mismas y qué fuentes de información utilizan para realizar sus informes? Ese es el objeto de este trabajo, realizar un análisis exigente y equilibrado de las agencias, conocerlas mejor, difundir sus fortalezas y debilidades, tanto para elegir entre ellas conforme a la sensibilidad y objetivos de ISR que se consensúen en cada caso en fondos de pensiones y mutualidades, como para influir en ellas, en su trabajo, en la calidad del mismo.
En fin, con este trabajo constatamos que la ISR progresa de forma ininterrumpida aunque no tan rápido como debiera. Su desarrollo le permite superar el estadio de la ética, que se basa preferentemente en criterios de exclusión, o superar la idea de limitarse a “votar con los pies” es decir a vender los activos que no cumplan con nuestros estándares y criterios. Ahora se combina ese criterio con un mayor impulso del ejercicio de la influencia sobre el comportamiento de los emisores de activos, bien a través de procesos de diálogo previos, bien a través de iniciativas de activismo accionarial.
Los fondos de pensiones de los trabajadores y los fondos soberanos son los principales impulsores de la ISR en todo el mundo. Es importante pero aún claramente insuficiente. El principio de “cumplir o explicar” que se acaba de incorporar a la legislación española para los fondos de empleo debe extenderse a nivel internacional (ya existe en países como el Reino Unido) y sobre el conjunto de instrumentos de inversión colectiva.
Nuestro compromiso con estas materias y nuestra voluntad de utilizar esta herramienta de acción sindical en las empresas y en la sociedad, tiene objetivos concretos: incrementar nuestra actuación y presencia en este ámbito; favorecer que los indicadores y aspectos sociolaborales alcancen niveles de desarrollo, calidad y aceptación universal, como los que han alcanzado otros indicadores; fomentar que la responsabilidad social en la empresa sea participada y no meramente discrecional; influir en los proveedores de servicios para que entiendan y atiendan las demandas de calidad y transparencia, además de atención a los aspectos sociolaborales, en toda la cadena de suministro y distribución, ese es otro objetivo central que ha orientado este trabajo