”La economía circular es una oportunidad para transformar la manera en que producimos, consumimos y vivimos”. Son palabras del vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europa, Frans Timmermans, que bien podrían servir para explicar la razón de ser de nuestra empresa, CELSA Group, y definir nuestro propósito empresarial.
Nuestra compañía lleva más de cinco décadas reciclando chatarra férrica para producir un acero sostenible, bajo en emisiones que hoy es referente en Europa y es desde esta experiencia que ponemos en valor el reciclaje como una de las más importantes herramientas en el establecimiento de cadenas de valor circulares.
Para CELSA Group, la circularidad que nos caracteriza, basada en la recuperación y reciclaje de alrededor de 9 millones de toneladas de chatarra al año con las que producimos hasta 8 millones de toneladas de acero al año de la forma más sostenible posible, es esencial para hacer frente a la emergencia climática, afrontando la necesaria descarbonización de nuestra economía y combatiendo la escasez de recursos naturales.
La chatarra proveniente de productos que han llegado al final de su vida útil es una fuente importante de material reciclado, lo que nos permite reducir nuestra dependencia de las materias primas vírgenes que además se están agotando.
Como reciclador de acero, CELSA tiene una capacidad de impacto significativa en la economía y la sociedad europea. Sin embargo, nuestro compromiso trasciende este ámbito. Por un lado, buscamos extender nuestro impacto a otros sectores más allá del acero y contribuir al desarrollo sostenible en el largo plazo. Por otro, usamos la innovación para promover otras “R” de mayor valor añadido en el contexto de la economía circular, como la reparación y la reutilización.
El ejemplo de CELSA Group, que se apoya en el desarrollo de tecnologías habilitadoras y la colaboración intersectorial entre todo tipo de entidades públicas y privadas es fundamental para establecer cadenas de valor circulares. Desde nuestra compañía pensamos que es importante educar y concienciar a los consumidores sobre la importancia de la economía circular y cómo pueden contribuir a ella.
También creemos que las políticas gubernamentales y regulaciones son fundamentales para crear un entorno propicio para la adopción de prácticas circulares por parte de las empresas, y que las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el blockchain, permitirán una mayor eficiencia en la gestión de recursos y residuos.
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Reciclaje, desde CELSA Group queremos recordar la responsabilidad que tenemos las empresas en avanzar hacia una economía circular. Todas las empresas podemos adoptar modelos de negocio circulares, como el alquiler de productos o la venta de servicios en lugar de productos, para fomentar la reutilización y la reducción de residuos.
Creemos en el poder de la industria y las empresas para liderar el cambio hacia una economía circular y asumir la responsabilidad de su contribución al medio ambiente y la sociedad, a pesar de que somos conscientes de la complejidad de llevar a cabo este cambio debido a la falta de cultura de cooperación que genera desconfianza y al desconocimiento de las necesidades y circunstancias de otros sectores.
Por ello, pensamos que tanto la innovación como el cambio cultural son claves para superar estos obstáculos y trabajar juntos hacia un futuro más sostenible. Es necesario involucrar a toda la cadena de valor en la circularidad, desde el diseño de productos hasta el final de su ciclo de vida.
La economía lineal imperante hasta hoy despreciaba el residuo como fuente de nuevas cadenas de producción. Ahora, el reciclaje cobra cada vez más importancia ya que nos permite recuperar los residuos acumulados durante los últimos años y aumentar la sostenibilidad del sistema productivo.
El reciclaje es pues un gran contribuidor para la construcción de esta economía circular, pero debemos explorar y avanzar también hacia la reutilización y la reparación. Tenemos que ver cómo a nivel de empresas podemos contribuir al cambio no solamente de paradigma de consumo sino también de modelo productivo, construyendo cadenas de valor circulares, yendo un poco más allá y pensando no solamente en lo que otras industrias pueden hacer por la nuestra sino en lo que la nuestra puede contribuir a aportar a una tercera.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje.