Como compañía global de energía y química, Cepsa tiene muy presente la función que desempeña su actividad en la lucha contra el cambio climático. Una responsabilidad común que afronta con el propósito de impulsar un desempeño responsable y sostenible, que a la vez garantice el acceso universal a la energía y la seguridad de abastecimiento.
Para lograrlo, desde la compañía llevamos a cabo un exhaustivo seguimiento del impacto ambiental en todas las operaciones, con el objetivo de minimizarlo. En este sentido, una de las cuestiones a las que prestamos máxima atención es al uso responsable del agua, un recurso vital, más aun en un escenario mundial de escasez donde los periodos de falta de lluvias son cada vez más frecuentes.
El agua, además de fundamental para la vida, es imprescindible para nuestra actividad, por ello nos esforzamos en reducir su captación, especialmente en los centros que tenemos ubicados en zonas de estrés hídrico. Gracias al estudio del ciclo del agua de nuestras instalaciones, en Cepsa estamos siendo capaces de optimizar nuestro consumo a través de distintas iniciativas de ahorro y de incrementar año a año la cantidad de agua reciclada y reutilizada. Los esfuerzos de la compañía en esta dirección han permitido que redujéramos en un 11,5% la captación de agua en 2021 respecto a 2020, año en el que ya conseguimos rebajar el volumen más de un 20% en relación con 2019.
Una muestra más de nuestro compromiso para seguir mejorando en este ámbito ha sido la creación, el pasado octubre, de la Mesa del Agua, un grupo de trabajo que busca analizar la gestión del agua en todos los negocios de la compañía para identificar y evaluar iniciativas y proyectos que nos ayuden a hacer un uso más eficiente de este recurso, tanto global como localmente. Asimismo, cada año analizamos los riesgos hídricos asociados a cada una de nuestras instalaciones a través de la herramienta Water Risk Filter, de WWF. Este mecanismo nos permite detectar los riesgos y oportunidades sobre los que establecer acciones para poder reducir nuestra huella hídrica.
Todo esto, sumado a otras medidas como la optimización de fuentes de agua o la reducción del impacto de los vertidos en el entorno, nos han valido el reconocimiento como uno de los referentes en nuestro sector en materia de gestión del agua. De hecho, en 2021 alcanzamos por segundo año consecutivo la categoría A- de Liderazgo en el ranking sobre Seguridad Hídrica que elabora CDP (Carbon Disclosure Project), una organización sin ánimo de lucro que cada año analiza el trabajo de casi trece mil compañías de todos los sectores y países.
Los requisitos para lograr esta calificación son muy exigentes, hasta el punto de que solo un 7% de las empresas del ámbito del oil&gas consiguieron el nivel de Liderazgo en materia hídrica. En la concesión de este reconocimiento, CDP quiso destacar, precisamente, nuestra labor de identificación de impactos, así como las estrategias específicas para afrontarlos y la transparencia y compromiso de los centros para lograr una gestión del agua eficiente y sostenible.
En Cepsa somos ambiciosos en todo lo que hacemos, pero especialmente en el giro sostenible de nuestra actividad. No solo promovemos un cambio interno, sino que queremos extenderlo al resto de personas y empresas con las que trabajamos. Con este fin, tal y como se recoge en nuestro código ético de proveedores, priorizamos las contrataciones de aquellas empresas que se preocupan por las cuestiones medioambientales, especialmente por el uso responsable de los recursos hídricos.
En definitiva, la gestión del agua es clave para lograr el futuro sostenible que buscamos. La transición ecológica va más allá del avance hacia las energías renovables: es necesario tener en cuenta la gestión responsable de los recursos naturales en cada decisión que toma la compañía. Desde Cepsa asumimos este reto y queremos ser un referente en hacer sostenible la actividad humana con un recurso esencial y limitado.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Agua.