“Finalmente, damas y caballeros, el barco llegó a la costa”. Estas palabras de Rena Lee, Presidenta de la Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ), no aportan ningún tipo de valor sobre la protección de los océanos como cuestión prioritaria a resolver. Pero sí resultan cruciales por el contexto en el que fueron pronunciadas: el pasado marzo se alcanzó un acuerdo histórico para lograr la aprobación del Tratado Global de los Océanos tras 15 años de negociaciones por parte de la ONU.
Una alianza que cobra especial relevancia si tenemos en cuenta que el último acuerdo internacional sobre la protección de los océanos se remonta a 1982. Ahora, esta nueva alianza va a permitir salvaguardar y proteger la biodiversidad marina en altamar, preservando así al menos el 30% de su superficie para el año 2030.
Según estimaciones de Naciones Unidas, nuestros océanos albergan aproximadamente entre 75 y 199 millones de toneladas de plástico. Unas cifras que resultan más alarmantes si tenemos en cuenta que, según la investigación llevada a cabo por el The 5 Gyres Institute, hay 170 billones de partículas de este material flotando actualmente sobre el mar.
Esta coyuntura de crisis global exige soluciones eficientes que impacten de manera rápida en la recuperación de nuestros océanos y generen alianzas entre todos los agentes implicados.
En este contexto, Cepsa, como empresa comprometida con el medioambiente, ha construido su estrategia para 2030, Positive Motion, para liderar la transición energética sin dejar a nadie atrás. Un sólido compromiso destinado a generar un impacto positivo, crear valor y un futuro mejor para todos.
Un desafío que está también en el ADN de Fundación Cepsa, desde donde trabajamos para promover la lucha contra el cambio climático y la prevención de sus repercusiones a través de diferentes iniciativas. Bajo esta máxima, impulsamos acciones que tienen como objetivo la conservación de la biodiversidad y la restauración de los espacios naturales. Entre otros proyectos, promovemos una iniciativa para cuidar e incrementar las poblaciones de tortugas marinas que atraviesan el Estrecho de Gibraltar, fomentando su rescate y recuperación a través de la implicación del sector pesquero.
Este proyecto, denominado ‘SOS Caretta, pescadores por la biodiversidad’ y que desarrollamos junto a la Asociación Hombre y Territorio, cuenta con una amplia red de colaboración público-privada y ya ha cosechado resultados favorables, como el rescate de 35 tortugas a lo largo del año 2022. Una muestra de cooperación en favor del cuidado del océano y su biodiversidad, que ha sido galardonado a nivel nacional como “la mayor contribución al ODS 14 respecto a la conservación de nuestros mares” en los premios Salvamento Marítimo 2022.
Vivimos un contexto en el que el uso del conocimiento científico, el desarrollo de la capacidad de investigación y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías marinas son esenciales para proteger la biodiversidad de los océanos. Y ante esta realidad, desde Fundación Cepsa desarrollamos también una investigación destinada a estudiar la Rugulopteryx okamurae, un alga que causa un gran impacto medioambiental en la Bahía de Algeciras. Una investigación centrada en las fortalezas y debilidades de esta especie asiática, que realizamos junto con la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla y que nos permite avanzar de cara a la erradicación de esta alga de un hábitat que no es el suyo, así como establecer colaboraciones que permitan su aprovechamiento como biomasa.
En paralelo y de manera complementaria fomentamos diferentes acciones de sensibilización ambiental, especialmente destinadas a escolares, las generaciones que liderarán el futuro, para que comprendan la necesidad de proteger nuestro entorno y mantener comportamientos sostenibles.
En definitiva, la protección del medio ambiente inspira el trabajo diario de Fundación Cepsa, a través de acciones en materia medioambiental, científico-educativa e iniciativas de apoyo social. Un planeta más sostenible y respetuoso con la biodiversidad, que exige responsabilidad común y nuevos hábitos.
La sostenibilidad de nuestros mares y océanos es sin duda un desafío imparable. Para ello, debemos seguir dando pasos firmes y ambiciosos, que garanticen la supervivencia de las futuras generaciones y aseguren que este compromiso nos lleva a buen puerto.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de los Océanos, en colaboración con ISDIN.