En un mundo donde la urbanización avanza de manera constante, la sostenibilidad en las ciudades se ha convertido en un tema crucial por su impacto económico, social y ambiental.
De acuerdo al Banco Mundial, Los núcleos urbanos albergan aproximadamente al 56% de la población, generando aproximadamente el 80% del PIB mundial siendo así centros de actividad económica, cultural y social. Esta concentración supone muchos beneficios para sus habitantes y visitantes, pero también implica desafíos significativos en términos de consumo energético, gestión de residuos, contaminación y cambio climático. Por lo tanto, es indispensable que las ciudades adopten prácticas sostenibles para asegurar un futuro habitable para las próximas generaciones.
En este contexto, la Unión Europea ha implementado una serie de políticas y prácticas que sirven de modelo para otras regiones. Entre las principales medidas adoptadas se encuentran la mejora de la eficiencia energética, cuya directiva se aprobó el año pasado y busca reducir el consumo en un 32,5% para el año 2030 en comparación con los niveles de 2007.
Además, se ha promovido el transporte sostenible, incentivando el uso de vehículos eléctricos y bicicletas. La gestión de residuos también ha sido una prioridad a nivel europeo, logrando una tasa de reciclaje promedio del 47%, de acuerdo a los últimos datos de la agencia europea del medio ambiente. Por último, la creación y mantenimiento de espacios verdes urbanos se presentan como una estrategia fundamental para mejorar la calidad del aire y de vida de sus ciudadanos.
En España, las principales políticas para transformar las ciudades en lugares más sostenibles incluyen la inversión en energías renovables, con Barcelona y Madrid a la vanguardia en energía solar y eólica. Ambas ciudades tienen un ambicioso objetivo de alcanzar el 100% de energía renovable para 2050, basado en información de sus respectivos ayuntamientos.
En términos de movilidad sostenible, Sevilla ha implementado exitosamente sistemas de bicicletas públicas, mientras que Bilbao está ampliando su red de carriles bici y promoviendo el uso del transporte público. En cuanto a la gestión de residuos, España ha logrado una mejora significativa hasta alcanzar una tasa de reciclaje del 35%, según datos de 2023 de la Fundación Cotec, y cuenta con planes para incrementarla aún más. Asimismo, el desarrollo de espacios verdes urbanos es una prioridad, con Zaragoza destacándose por proyectos como la ruta de los parques, un pulmón verde que recorre la ciudad.
Pero, ¿qué opina la sociedad española sobre esta transición hacia la sostenibilidad en las ciudades?
Desde el año 2021, en ENGIE España ha realizado consultas anuales a la población española sobre temas vinculados a la transformación del uso y gestión de la energía y su impacto en el entorno a través del Observatorio ENGIE en España: Ciudadanos, Cambio Climático y Transición Energética.
De acuerdo con la encuesta de 2023, el 79% de las personas entrevistadas muestra una gran preocupación por el cambio climático, siendo los ciudadanos de las regiones de Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana los más preocupados. Además, los datos revelan que la población es consciente de la necesidad de cambiar sus hábitos de consumo para avanzar hacia la sostenibilidad urbana.
De hecho, el 59% de los encuestados afirma que estaría dispuesto a pagar más por productos o servicios sostenibles. Entre estos productos, destacan la alimentación (43%), el transporte sostenible (38%) y el hogar (28%). Son los más jóvenes, de entre 18 y 29 años, los más dispuestos a realizar este cambio, en contraste con las personas de 65 años o más, que muestran una menor predisposición. No obstante, el 48% de las personas afirma que su estilo de vida no ha cambiado debido al alto coste de estos productos y a la falta de información disponible sobre los mismos.
La sociedad española identifica el despliegue de energías renovables como una de las medidas más efectivas para combatir el cambio climático, con un 53% de los encuestados apoyando esta opinión. Además, un 43% considera necesario acelerar su implantación, priorizando el autoconsumo y las comunidades energéticas. Asimismo, destaca la utilidad de otras medidas para convertir los entornos urbanos en más sostenibles, como el uso del transporte público, la mejora y rehabilitación energética de los edificios y el apoyo al coche eléctrico.
ENGIE en España está convencida de la necesidad de presentar soluciones innovadoras ante el reto climático. La estrategia de la compañía sitúa la sostenibilidad en el centro, al tiempo que produce energías renovables, desarrolla soluciones energéticas personalizadas que acompañan a sus clientes en su camino hacia la descarbonización e implementa sistemas urbanos diseñados para reducir el impacto ambiental y garantizar así un entorno más saludable en nuestras ciudades. Un ejemplo de ello es el despliegue de las redes de frío y de calor en España, liderado por la red urbana de ENGIE en Barcelona.
Esta red conecta 180 edificios en la ciudad condal ahorrando 32.533 Tn de emisiones de CO2, lo que se traduce en una reducción del 97% del consumo de combustibles fósiles. Este sistema, que también ha desarrollado en otras ciudades, como Zaragoza, contribuye, entre otros, a la reducción del efecto “isla de calor”, disminuyendo la temperatura ambiente entre 1ºC y 2ºC. Otro caso destacado de contribución a la eficiencia de los núcleos urbanos es la central y red de calor y frío de ENGIE en La Txantrea.
Se trata de un proyecto ubicado en este barrio de Pamplona que ejemplifica cómo la innovación y la sostenibilidad pueden integrarse en las infraestructuras urbanas. La red, que aprovecha la biomasa local, no solo proporciona una fuente de energía sostenible y estable, sino que también ofrece beneficios económicos, alineando objetivos ambientales con las necesidades de la comunidad.
A pesar de este firme compromiso, ENGIE considera que los esfuerzos son insuficientes si todos los actores implicados no reman en la misma dirección. Por ello, la compañía cree indispensable la construcción de alianzas con otras entidades y organizaciones y en base a esta convicción lidera la iniciativa de Forética llamada Ciudades Sostenibles 2030.
La transición hacia ciudades sostenibles se presenta como una necesidad imperante que requiere esfuerzos conjuntos de gobiernos, empresas y ciudadanos. Las políticas implementadas hasta ahora han mostrado avances significativos, pero aún queda un largo camino por recorrer. La inversión en energías renovables, la promoción de la movilidad sostenible, la gestión eficiente de residuos y recursos y la creación de espacios verdes son fundamentales para asegurar un futuro urbano viable y sostenible. La colaboración y el compromiso permanentes serán determinantes para enfrentar con éxito los desafíos ambientales y construir ciudades más sostenibles y habitables.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de las Ciudades 2024, en colaboración con Holcim.