Ayudar, aprender y descubrir. Tres claves que han inspirado a una nueva –y cada vez más creciente– generación de viajeros. Una experiencia más enriquecedora que el turismo habitual, alejándose de hoteles de lujo o de zonas destinadas a extranjeros. Se trata del voluntariado internacional, una manera de contribuir a mejorar la realidad social.
Las alternativas son variadas porque son muchos los lugares del planeta donde se necesita una mano amiga. Estas van desde el cuidado agrícola o de animales
hasta la conservación patrimonial e incluso la mejora en la calidad de la educación. Es precisamente en este último punto en el que tenemos mayor experiencia desde la Fundación Comparte.
En este momento en que acabamos de celebrar 20 años, podemos decir con orgullo que hemos facilitado la tarea a más de 200 jóvenes y adultos para viajar a América Latina donde apoyamos entidades locales que mejoran las condiciones de vida de más de 17.000 personas en 5 países.
Para facilitar aún más el acercamiento entre los dos continentes hermanos, Comparte ha puesto en marcha el programa Voluntarios Viajeros que permite realizar un voluntariado internacional sin coste durante un mes a quienes ayuden a conseguir socios para apoyar a las entidades locales de América Latina.
Este proyecto está siendo bien recibido en las empresas a cambio de días de vacaciones de sus empleados. Muchos profesionales se animan a vivir esta experiencia única gracias al apoyo de la empresa. Y es que el entorno de las compañías ha cambiado mucho en este aspecto y cada vez más se reconoce y se valora un voluntariado en la trayectoria laboral.
Los valores y el crecimiento personal que te aporta esta experiencia son considerados como sinónimo de profesionales con empatía y habilidades sociales, gente con apertura mental capaces de adaptarse a cualquier contratiempo. Estas características otorgan un valor diferencial y las empresas cada vez lo aprecian más y lo consideran un gran plus.
Por suerte, muchos son los jóvenes de hoy día que sienten la necesidad de ser partícipes de la realidad existente y quieren aportar su granito de arena para
contribuir a un mundo mejor. Jóvenes con valores que crecen personal y profesionalmente saliendo de su área de confort, jóvenes que se abren al mundo en cuerpo y alma y a los que un voluntariado les aporta grandes beneficios y satisfacciones.
Desde Comparte queremos seguir animando a las empresas a incluir como iniciativa interna empresarial un programa como Voluntarios Viajeros. Acciones como esta, que incentiven a sus trabajadores y los cohesionen, les convierte en una empresa conectada con el mundo real. Y es que no sólo hay que trabajar, se trata de ampliar propósitos como empresa e ir dejando huella también fuera de ella.