Dado que las cuestiones sobre medioambiente y sostenibilidad son cada vez más habituales en la agenda política, económica y social, muchas compañías han optado por incluir logotipos verdes en el packaging de sus productos. Aunque los logotipos de certificaciones son importantes, los departamentos de compras deben asegurarse de que cumplen legalmente tanto los marcos nacionales como los internacionales y deben ir más allá de los certificados para asegurarse que realmente los productos que ofrecen protegen a largo plazo el medio ambiente. Con tan sólo un 10% de los bosques del mundo certificados oficialmente bajo los sistemas de certificación el Programa para el Reconocimiento de la Certificación Forestal (PEFC) y el Consejo de Administración Forestal (FSC), la presencia de una certificación en un producto es sólo una parte de la historia. Por lo tanto, existe un requisito que debe aplicarse a otros mecanismos para así asegurar que las prácticas de diligencia se cumplen debidamente. De hecho, como un servicio a sus clientes, la política de compra de una empresa debe determinar la verdadera sostenibilidad de un producto teniendo en cuenta la totalidad de sus prácticas de sostenibilidad, especialmente el equilibro entre la protección al medioambiente y al desarrollo social y económico.
Compra responsable de papel: Más allá de las certificaciones
Liz Wilks, directora europea de Sostenibilidad y Stakeholders de APP
Una equilibrada política sostenible de compra abarca tres áreas principales: adquisición y legalidad, tanto a nivel nacional e internacional en lo que se refiere a temas sociales y medioambientales, además de los requisitos estándar de adquisición como son la entrega y el precio.
Adquisición y legalidad
Al adquirir un producto, es importante para un comprador conocer el país de origen y si el producto ha sido fabricado legalmente. Para aquellos que estén en la Unión Europea este proceso será cada vez más transparente con la implementación del Reglamento Europeo de la Madera (EUTR) el 1 de marzo de 2013. Sin embargo, hasta entonces, el tema de legalidad se mantiene entre el país de origen y el de venta. EUTR prohibirá la introducción de madera en el mercado europeo si ésta se taló ilegalmente. Con el fin de alcanzar esto, se fijan procedimientos que los importadores de madera han de cumplir dentro de la UE para minimizar el riesgo de vender madera ilegal. Para cumplir con ello, una empresa necesita un sistema de diligencia debida dentro de su propia cadena de suministro, la cual incluya material de apoyo para los productos de madera. Este material debe incluir información acerca del producto, las especies y el bosque y el procedimiento de evaluación de riesgos, que incluye la tala legal -¿Hay pruebas que evidencien por muy insignificantes que sean de que existe un riesgo de que la madera fue talada ilegalmente del bosque de origen? y la trazabilidad -¿Hay alguna evidencia que muestre que hay un control suficiente en toda la cadena de suministro para asegurar que la madera se identifica realmente con el bosque de origen?
Además del Reglamento Europeo de la Madera (EUTR), la Unión Europea está en vías de alcanzar Acuerdos de Participación Voluntaria (VPA) con los países exportadores de madera. Estos acuerdos junto con EUTR, con la introducción de la Ley de Cumplimiento Forestal, el gobierno y el Plan de Acción Comercial asegurarán que toda la madera esté documentada cuando ésta pase por las distintas etapas dentro de la cadena de suministro. El objetivo es mejorar la gobernabilidad del sector forestal y asegurar que tanto los productos de madera como la madera en sí, importados a la Unión Europea, son fabricados de acuerdo con las leyes y regulaciones del país socio. El Acuerdo de Participación Voluntaria entre la Unión Europea e Indonesia se acordó en mayo de 2011, esperando que ésta sea implementada en 2013, cuando el funcionamiento invalide el requisito de que las empresas deban llevar a cabo sus propias, costosas y laboriosas comprobaciones en el viaje de la madera a través de la cadena de suministro.
Por lo tanto, la política de adquisición de papel de una empresa debe garantizar que todos los productos cumplan con las normas establecidas y verificadas, y que sus prácticas de suministro son 100% legales, incluyendo las de fibra reciclada o rápidamente renovables. No debe usarse de ninguna manera madera procedente de bosques en peligro de extinción o bosques de alta conservación.
El aspecto medioambiental
El marco de la Unión Europea, descrito anteriormente, aspira a unirse a bases legales con los abogados de códigos voluntarios ya existentes tales como el PEFC y el FSC o proyectos nacionales como el Instituto de Etiquetado Ecológico de Indonesia (LEI). Sin embargo, estos planes de certificación no deberían ser revisados de manera aislada, pues no cubren toda la madera que se compra. Para compensar estas deficiencias, algunas empresas han desarrollado su propio certificado de medioambiente, lo que incluye la implementación de sus propios criterios para evaluar de manera tan eficiente como lo hacen los planes independientes. También es necesario tener en cuenta el impacto global ambiental del proveedor, tal y como su compromiso con la norma internacional ISO 14001 (la cual se centra en el comportamiento medioambiental), las normas ambientales y la política con respecto a las emisiones de carbono. Es aconsejable controlar esta información y animar a los proveedores a que muestren una mejora respecto a los criterios ambientales.
Otras diferentes certificaciones de papel siguen criterios similares, así que las siguientes preguntas pueden utilizarse para confirmar que la certificación cumple con las normas de compra responsable: ¿Se ajustan los procesos de registro y facturación de papel de los proveedores a leyes medioambientales y regulaciones del país de origen?, ¿Puede un proveedor demostrar que lleva a cabo acciones respetuosas con el medio ambiente en todas las operaciones incluyendo las relacionadas con residuos, energía, gestión de agua, emisiones nocivas y manejo de sustancias peligrosas?, ¿Posee la empresa iniciativas de apoyo para mejorar la transparencia en cuestiones relativas a la sostenibilidad en toda la cadena de suministro de papel?, ¿Está la compañía involucrada en debates actuales relacionados con la protección forestal que buscan una resolución consensuada a través del diálogo con todos los stakeholders?
Los proveedores deben ser capaces de decir si promueven la gestión de prácticas forestales medioambientalmente responsables, socialmente beneficiosas y económicamente viables para la fabricación de productos que provengan de una madera legal y sostenible. Se debe utilizar la madera procedente de plantaciones, bosques tropicales no protegidos y además deben tener auditorías de terceros independientes de cualquier bosque que posean o gestionen antes de la tala de cualquier material. Todos los proveedores deben ser capaces de demostrar un compromiso con las prácticas forestales sostenibles, un cumplimiento del 100% con las leyes del país de origen y/o la certificación reconocida de la industria.
El aspecto social
Muy a menudo, la sostenibilidad se limita únicamente a la Gestión Forestal Sostenible (SFM), sin embargo, los aspectos sociales también juegan un papel fundamental en equilibrio del ecosistema. Es importante entender el contexto social de las operaciones de los proveedores y los mecanismos establecidos para apoyar a las comunidades locales, los pueblos indígenas y la fauna y flora.
Lo que hace único a la industria de packaging de papel es que permite la comunicación directa con sus clientes. El packaging proporciona un cartel “ambulante” para branding y una oportunidad para promover credenciales medioambientales de manera significante, más allá de irreconocibles logos. De nada sirve tener una política de compra si ésta no puede ser vista. Los fabricantes pueden aprovechar su packaging para promover sus esfuerzos haciendo una lista de pautas de abastecimiento o potenciando un foro público para los clientes con el objetivo de recabar más información. Una política de compras debe convertirse en parte del mantra de una empresa para toda la organización y, si se hace correctamente, el packaging es el mejor medio para transmitir el mensaje. No obstante, las compañías no deben caer en la trampa de pensar que una certificación es igual que una política de compra, únicamente es una pequeña parte de una historia mucho más grande.
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