Después de la conmemoración de los 50 años del Día Mundial del Refugiado que tuvo lugar el pasado año, ésta sigue siendo una fecha relevante que invita a reflexionar. Por un lado, quiero destacar la fuerza y el coraje, y en definitiva la gran capacidad de resiliencia de todas las personas obligadas a desplazarse, y por otro, los motivos por los cuales las cifras de personas refugiadas siguen en aumento, llegando ya en mayo de este año a superar los 100 millones de personas.
Más allá de dar visibilidad a esta cruda realidad, que sería el primer paso, debemos poner el foco en pasar a la acción, tanto a nivel particular, como empresarial e institucional. Es en este punto donde las alianzas resultan fundamentales para hacer frente a un reto que debe abordarse desde múltiples perspectivas, pero con un objetivo común, y es que las personas, sin importar quiénes sean, de dónde provengan, ni cuándo hayan tenido que huir, tengan garantizado el derecho a obtener protección en un entorno seguro.
En COMSA Corporación desarrollamos nuestra actividad poniendo siempre en el centro a las personas. Por ello, desde nuestros inicios, hemos prestado apoyo a diferentes causas sociales arraigadas en diferentes territorios.
En el marco de la estrategia de sostenibilidad del grupo, después de varios años de estrecha colaboración del grupo con el ACNUR, en 2019 decidimos dar un paso más implicando también a nuestra plantilla con la causa de los refugiados mediante el Programa Nómina Solidaria. Con este proyecto, además de dar a conocer la situación de millones de personas que viven en campos de refugiados, queríamos ofrecer a las personas de nuestro grupo la posibilidad de hacer algo para revertir esta situación. Gracias a este programa, los y las empleadas en España pueden realizar una aportación voluntaria desde su nómina al ACNUR, y en reconocimiento por este gesto de solidaridad, la compañía se compromete a igualar esta cantidad, consiguiendo así que cualquier aportación, por pequeña que sea, duplique su impacto positivo.
Desde el inicio del programa las adhesiones han ido en aumento, en especial este último año con el conflicto desencadenado en Ucrania, llegando a dar soporte a más de 1.300 familias. Gracias a esta alianza, contribuimos a que el ACNUR pueda seguir prestando asesoramiento y asistencia legal a millones de personas, sufragar la construcción de refugios e instalaciones básicas seguras -actividad íntimamente relacionada con nuestro negocio-, y garantizar el acceso a derechos básicos como la alimentación, el agua, la atención sanitaria, la educación y el empleo, prestando especial atención a los colectivos más vulnerables, entre los que se encuentran mujeres y menores.
A lo largo de nuestra colaboración, entendiendo que el reto de los refugiados debe abordarse desde múltiples perspectivas, hemos dado soporte y difusión a diferentes campañas como la recogida de firmas para luchar contra el cambio climático durante la COP26, ya que esta amenaza es una de las principales causas de desplazamientos hoy en día; o bien las campañas específicas para garantizar la seguridad en los campos de refugiados durante los momentos más críticos de la pandemia; así como recientemente, la movilización por Ucrania. En este último caso, hemos llevado a cabo diferentes iniciativas, algunas promovidas por nuestros equipos, como donación de víveres, el incremento de las aportaciones económicas o la asistencia en temas laborales.
Por ello, tal y como promueve la campaña de este año del Día Mundial del Refugiado << quien sea, donde sea, cuando sea, toda persona tiene derecho a buscar seguridad>> seguiremos dando apoyo a todas estas personas, con la esperanza de que algún día esta labor ya no sea necesaria.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Dia Mundial del Refugiado, promovido por el Comité Español de ACNUR.