El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, trasciende las fronteras de una mera conmemoración. Es un llamado a la acción, una oportunidad para destacar los logros alcanzados, reflexionar sobre los avances y plantear los desafíos que presentan las brechas que aún persisten en la actualidad. Aunque hemos progresado significativamente, todavía queda mucho por hacer, por lo que debemos intensificar nuestros esfuerzos y redoblar nuestro compromiso para alcanzar la igualdad de oportunidades y acceso a los recursos.
En este contexto, es crucial poner el foco en el papel que juegan las empresas en la promoción de esta. No son solo entidades económicas, también son actores sociales con la capacidad y la responsabilidad de influir en la vida de las personas y en la configuración de normas y valores de la sociedad en general. No se trata solo de implementar políticas de diversidad e inclusión en el lugar de trabajo, sino de adoptar un enfoque integral que vaya más allá. Desde su apoyo a iniciativas hasta su participación en campañas de concienciación, para impulsar cambios estructurales, contribuir a cambiar las mentalidades y construir una cultura más inclusiva y respetuosa para las generaciones futuras.
Para mí, es muy alentador ver cómo desde marcas como L’Oréal Paris hemos asumido un papel de liderazgo en esta lucha programas como “Stand Up” contra el acoso callejero. Una iniciativa con las que no solo buscamos crear conciencia sobre el problema, sino que también retar las normas sociales para cambiar esta mentalidad aún generalizada. De hecho, según una encuesta internacional que hemos realizado en L’Oréal Paris con IPSOS, el 75% de las mujeres han experimentado acoso al menos una vez en sus vidas. Esto es más que simplemente una molestia o una incomodidad momentánea, es una manifestación evidente de desigualdad de género que se vuelve aún más preocupante cuando un 52% de los encuestados culpan a las mujeres por el acoso que sufren, basándose en su actitud, comportamiento o apariencia.
Es evidente que se necesita un cambio sistémico y cultural. Y es por esto por lo que considero que las empresas y las marcas no solo tenemos la oportunidad, sino la responsabilidad de jugar un papel significativo. Espero que este día nos inspire a seguir adelante con determinación y a trabajar hacia un futuro donde la igualdad sea una realidad verdadera. Debemos desafiar activamente las actitudes y comportamientos que perpetúan este tipo de violencia, ya que todas merecemos ser tratadas con dignidad y respeto. Juntos, podemos construir un futuro más seguro y equitativo para todas.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: 8M, Día Internacional de la Mujer 2024.