Para avanzar hacia ciudades verdaderamente sostenibles, la accesibilidad debe ser parte esencial del diseño de cada espacio urbano.
Las ciudades albergan al 56% de la población mundial, y se estima que la población urbana se duplicará para 2050. Esta población es diversa, y según las Perspectivas de la Población Mundial 2022, el grupo de personas mayores de 65 años crece más rápidamente que el de aquellos por debajo de esa edad.
La accesibilidad permite que el 16% de la población que tiene algún tipo de discapacidad pueda llevar una vida plena. Además, garantiza que todos los demás, incluidas personas mayores, mujeres embarazadas, familias con niños y cualquier persona que valore un entorno sin barreras, disfruten de espacios cómodos y accesibles.
La accesibilidad es mucho más que responsabilidad social; es un criterio esencial para la calidad de vida en las ciudades y un pilar central de su desarrollo. Sin accesibilidad, no se puede hablar de sostenibilidad integral.
En Safe City, creemos que cada espacio debe adaptarse a las personas, y no al revés.
Accesibilidad y sostenibilidad
Llevamos 10 años trabajando en proyectos de accesibilidad adaptados a las necesidades específicas de cada espacio y de las personas que lo habitan. En este camino, nos alineamos con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11, que impulsa el desarrollo de ciudades seguras, inclusivas y habitables para todos, reconociendo que una ciudad sostenible es, ante todo, una ciudad accesible.
Por ello, queremos que la accesibilidad se convierta en un compromiso real para empresas y gobiernos. La “S” en los criterios ESG representa este compromiso con la inclusión y la sostenibilidad social.
Acciones Concretas y Buenas Prácticas en Accesibilidad
Trabajamos en proyectos de accesibilidad a nivel internacional. Desde la rehabilitación de espacios ya construidos —accesos, señalización y rutas de movilidad accesible— hasta la implementación de soluciones innovadoras en desarrollos nuevos. En cada uno de nuestros proyectos, cada detalle es evaluado para asegurar que el espacio sea seguro y cómodo para todos, logrando que la accesibilidad no sea solo un requisito técnico, sino una mejora tangible que aporta valor al entorno y fomenta una cultura inclusiva en las ciudades.
Cuando la accesibilidad está bien diseñada, toda la comunidad se beneficia y los espacios se convierten en ejemplos de responsabilidad social en acción.
Retos y Compromisos hacia el Futuro
Invertir en accesibilidad es invertir en el bienestar de las personas y en la calidad de los espacios.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de las Ciudades 2024, en colaboración con Holcim.