Kirsten Dunlop, Directora ejecutiva de Climate-KIC -la mayor alianza público-privada de Europa en innovación climática- señaló en uno de sus análisis recientes, que debemos rediseñar los modelos de negocio para afrontar una transformación rápida y profesional en un contexto de cambio sin precedentes. Este desafío exige integrar innovación, una gestión de equipos eficaz y una toma de decisiones ágil, especialmente en un entorno cada vez más incierto y volátil. Recientemente tuvimos la oportunidad de debatir sobre este tema con Dunlop en la jornada organizada por Saint-Gobain junto a los principales promotores de nuestro país, un espacio en el que discutimos cómo acelerar esta transformación en el sector de la construcción.
La relevancia de este debate es evidente en un sector como el de la construcción, que está en constante evolución y atraviesa un momento decisivo marcado, no solo por desafíos socioeconómicos, sino también ambientales. El avance de la construcción sostenible es un deber compartido, y para ello es imprescindible impulsar y promover nuevos modelos constructivos que sean más sostenibles y circulares.
Tal y como señala el Acuerdo de París, la Unión Europea ha fijado una estrategia a largo plazo de reducción emisiones, comprometiéndose a reducir para 2030 sus emisiones al menos uno 55% con respecto a los niveles de 1990, como un paso hacia la consecución de la neutralidad para 2050. De hecho, la construcción y el uso de edificios es responsable de casi el 40 % de las emisiones de CO2 y del 35 % del consumo de la energía en el mundo. Por lo que, la sostenibilidad, en el sector de la construcción es clave para la transición ecológica.
Pero ¿qué pasos deben dar los actores del sector de la construcción para transformar estos desafíos en oportunidades y liderar la transición hacia edificios de emisiones cero? El camino hacia la sostenibilidad en el sector de la construcción está lleno de retos, pero también de grandes oportunidades. Uno de los pilares fundamentales es la colaboración entre actores, donde promotores, constructores, fabricantes y reguladores deben trabajar de manera conjunta para implementar soluciones eficaces, adaptar sus procesos a los nuevos marcos regulatorios, pensar en modelos globales y colaborativos y poner el foco en la innovación.
Gracias a nuestra trayectoria y experiencia, hemos podido convertirnos en un ejemplo destacado de cómo un fabricante puede liderar este esfuerzo, promoviendo la integración de soluciones innovadoras y sostenibles en proyectos de construcción. En el último año, hemos lanzado sistemas y soluciones pioneros que combinan sostenibilidad y altas prestaciones; como el sistema de tabiquería futuRE, el primer sistema completo de tabiquería que reduce un 20% su huella de carbono, o webercol futuRE, el primer mortero cola con materiales reciclados y una menor huella de carbono, además de ORAÉ®, el primer vidrio fabricado con un 64% de vidrio reciclado, que reduce un 42% su huella de carbono.
Entender y adaptarse a los distintos marcos regulatorios es otro reto importante en el viaje hacia la circularidad. Por un lado, destaca la modificación prevista del Código Técnico de la Edificación (CTE), que introduce requisitos más estrictos para alcanzar el objetivo de edificios de emisiones cero. Este concepto implica que los edificios no generen emisiones netas de dióxido de carbono durante su ciclo de vida, gracias a una combinación de medidas como el uso de energías renovables, una alta eficiencia energética y la reducción del impacto ambiental de los materiales utilizados. Con esta modificación, se busca no solo optimizar el consumo energético de los edificios, sino también fomentar una construcción más sostenible que contribuya a los objetivos climáticos nacionales y europeos.
Mientras que, por otro lado, la taxonomía europea impulsada desde la Comisión Europea, es ya una realidad y establece un marco común para identificar qué actividades económicas son ambientalmente sostenibles. Este sistema clasifica actividades clave del sector de la construcción, como la nueva edificación, la rehabilitación y la adquisición de edificios, siempre que cumplan criterios como contribuir sustancialmente a los objetivos climáticos, no causar daño significativo a otros objetivos ambientales y garantizar condiciones sociales mínimas. Además, exige a las empresas medir y reportar el porcentaje de actividades alineadas con la taxonomía, promoviendo la transparencia y fomentando la inversión verde.
Además, la inminente aprobación del nuevo Reglamento de Productos de Construcción (RPC) por parte del Parlamento Europeo marca un paso más hacia la circularidad. Este reglamento contempla, entre otras medidas, la creación de un Pasaporte Digital de Producto, que fomentará la reutilización de materiales, otorgando a los estados miembros flexibilidad para adoptar medidas adicionales que refuercen la economía circular en el sector.
En definitiva, la sostenibilidad no es solo un reto, sino una oportunidad para liderar el cambio. Desde Saint-Gobain, invitamos a todos los actores del sector a asumir juntos la responsabilidad de transformar el modelo actual. Construyamos hoy un futuro más sostenible, circular y justo para las próximas generaciones.
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