Sea como fuere, lo cierto es quela Responsabilidad Socialva llenando los resquicios de la actividad empresarial, y desde una privilegiada posición en la definición estratégica se ocupa de buscar la alineación de cada una de las áreas de gestión. No iba a ser menos con la contabilidad o con el enfoque financiero de las compañías, más aún cuando no podemos obviar que uno de los inductores más relevantes que ha catapultadola RSEa su posición actual y a su dinámica creciente ha sido precisamente la toma en consideración por parte de los inversores. (…)
La contabilidad socialmente responsable debe tender a describir los impactos y los compromisos de las compañías y, para ello, perfeccionamos herramientas de triple cuenta de resultados; además debe desarrollar la contabilización de activos inmateriales y, entre ellos, los vinculados ala RSE; pero este esfuerzo debe vincularse también estrechamente no sólo a una preocupación por la captura de los procesos sino a la necesidad estratégica de la empresa actual de gestionar mejor su impacto y responsabilidad ante la sociedad, tanto por unas exigencias creciente de ésta como por determinación de construir una empresa – organización sólida.
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