La implicación de la alta dirección y su impulso con el cumplimiento de los derechos humanos es esencial en el actual entorno globalizado en el que las compañías desarrollan su actividad empresarial. La manera de articular este compromiso puede variar en función de los sistemas de gestión y procedimientos establecidos en cada compañía.
Códigos éticos, políticas públicas, declaraciones, adhesión a manifiestos, étc. pueden ser algunas de las vías que canalicen y pongan en valor el compromiso ante todos sus públicos de una sociedad con los derechos humanos en todas sus actividades y relaciones comerciales.
Para Cristina Aliaga, directora del departamento de Empresas de Fundación Seres, “la implicación de la Alta Dirección y la adopción de una declaración política pública han demostrado ser las mejores formas de evidenciar el compromiso de la empresa con los derechos humanos”.
El presente Dosier Corresponsables ‘El impulso de los DDHH desde el ámbito empresarial’ contiene algunos ejemplos de buenas prácticas de compañías globales en este sentido. Es el caso del BBVA. Su senior manager de Sostenibilidad, Beatriz Alonso Aznar, asegura que ‘Sin el apoyo de la alta dirección es difícil, por no decir imposible, que se avance en este tema tan transversal’.
O el de Mapfre, para cuya directora corporativa de Sostenibilidad, Mónica Zuleta Díaz, ‘la gestión responsable y sostenible de proveedores es una de las prioridades de la compañía en términos de sostenibilidad. En 2024, el 100% de nuestros proveedores de la Red preferente en los ramos de autos, hogar y salud, así como los proveedores de soporte en principales países estarán homologados con criterios ESG’.
En cualquier caso, el desempeño de las empresas en el ámbito de los derechos humanos tiene mucho camino que recorrer a fecha de hoy y casos como el que encontramos en el presente trabajo periodístico son un buen ejemplo de ello.