En una coyuntura dónde los términos energía, electricidad, gas y, sobre todo, alza de precios o inflación, colman el debate público por su evidente impacto en la economía y la sociedad en general, no debemos olvidar otro activo. Otro recurso que es especialmente estratégico para España: el agua. Siendo el protagonista del cuarto PERTE previsto por el Gobierno con una inversión público-privada cercana a los 3.000 millones de euros hasta 2026, la gestión del agua se confirma como una palanca ineludible para ayudar en la recuperación y, sobre todo, para la transformación de nuestro modelo de economía.
En Cosentino, dados nuestros orígenes y localización en la comarca del Almanzora en Almería, siempre hemos tenido presente no solo lo vital del activo hídrico, sino lo relevante de una adecuada política de sostenibilidad y circularidad en los recursos en general. Cuando hablamos de compromiso con lo medioambiental, nos lo tomamos muy en serio. No son meras palabras. Es más, desde hace ya bastantes años, es una prioridad estratégica de la compañía.
Para Cosentino es clave el uso sostenible de los recursos, siendo el agua una variable prioritaria para avanzar en la economía verde. En este sentido, puedo afirmar con cierto orgullo que somos una referencia a nivel de industria, ya que hemos alcanzado verdaderos hitos en la gestión de este recurso.
Por ejemplo, tratamos y reintroducimos dentro de todos nuestros procesos productivos diariamente más de 80.000 m³ para lograr un “Vertido de Agua 0”, cifra equivalente a la necesidad de agua de una ciudad del tamaño de 400.000 habitantes. Practicamos, por tanto, una política de utilización de agua reciclada en el proceso productivo que nos permite ser cada vez más eficientes en el uso del agua disponible, consiguiendo además regar nuestras zonas verdes con dicha agua reciclada.
Pero siguiendo nuestro afán de aprender para seguir avanzando en el camino de la sostenibilidad, no nos paramos ahí. Tenemos ya en marcha el proyecto de construcción de una estación de captación y regeneración del agua residual (ERAR) de pueblos cercanos de nuestra Comarca, dónde se ubica el Parque Industrial de Cosentino, convirtiéndola en agua útil para nuestras necesidades, y contribuyendo así a la circularidad de nuestro proceso ya de por sí eficiente dado que reaprovechamos, como ya mencionado, cerca del 100% del agua.
Un ejemplo de colaboración público-privada para transformar los sistemas de gestión hídrica, potenciando esa relación de simbiosis entre industria y comunidades. Una pequeña “gota” dentro de una reforma que debe ser global y prioritaria. Sin esa sana ambición, no podrá convertirse en motor de crecimiento e innovación.
Y es que la reforma hídrica no es una cuestión meramente verde o medioambiental. Debe tener una visión transversal e integradora, que favorezca la interacción entre todas las “economías”, entre diferentes sectores productivos, económicos y sociales. De esta forma, podrá llegar a ser una palanca de transformación social y económica, y favorecer una mayor competitividad y progreso, tanto en nuestro país como a nivel europeo.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Agua