Un año más, la llegada del 22 de marzo, Día Mundial del Agua, nos recuerda la importancia de preservar nuestros recursos hídricos y promover un uso responsable del agua. En este contexto, la protección de las aguas subterráneas adquiere un papel fundamental, ya que representan una de las principales reservas de agua dulce del planeta. En España, la implementación del Real Decreto 665/2023, aprobado el 18 de julio de 2023, supone un paso decisivo hacia una gestión más eficiente y sostenible de este recurso, alineándose con los objetivos globales de preservación del medioambiente.
El agua subterránea es un recurso vital que sustenta el abastecimiento humano, la biodiversidad y actividades económicas clave como la industria y la agricultura. Sin embargo, factores como la contaminación y la sobreexplotación amenazan su calidad y disponibilidad. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), en España existen más de 12.000 emplazamientos potencialmente contaminados, lo que evidencia la necesidad de reforzar su protección y gestión sostenible.
En respuesta a este desafío, el Real Decreto 665/2023 introduce criterios más rigurosos para la identificación y remediación de suelos contaminados, armonizando la normativa española con las directrices europeas. Esta regulación busca prevenir la contaminación de los acuíferos, garantizar su correcta descontaminación y fortalecer la responsabilidad de las industrias en la gestión de sus residuos.
¿Cómo afecta el Real Decreto 665/2023 a la gestión de las aguas subterráneas?
Este marco normativo introduce medidas fundamentales para intensificar la vigilancia y el control de la contaminación localizada que impacta los acuíferos. Sus principales aportaciones incluyen:
- Identificación y caracterización de suelos contaminados: se definen nuevos criterios para evaluar el estado de los emplazamientos y su impacto en la calidad del agua subterránea.
- Prevención de la contaminación: se refuerzan los requisitos para la gestión de sustancias peligrosas y se promueven prácticas más sostenibles en sectores industriales y agrícolas.
- Planes de remediación obligatorios: se establecen procesos detallados para la descontaminación de suelos, priorizando tecnologías in situ para minimizar el impacto ambiental.
- Principio de “quien contamina, paga”: se refuerza la responsabilidad ambiental de los operadores, exigiendo la asunción de los costes de remediación.
Por otro lado, el Real Decreto abre oportunidades para la innovación y el desarrollo de soluciones más sostenibles. La mejora en las técnicas de descontaminación, como la biorremediación y los tratamientos fisicoquímicos avanzados, facilita una recuperación más efectiva de los suelos y acuíferos afectados. Además, la implementación de sistemas de monitoreo continuo y el uso de herramientas digitales permiten detectar y mitigar riesgos de contaminación con mayor precisión.
Recientemente se ha publicado la ‘Guía de Aplicación del Nuevo Reglamento del Dominio Público Hidráulico’ que proporciona directrices clave para la vigilancia y control de la calidad del agua subterránea, estableciendo protocolos claros para su protección y recuperación. Estas medidas no solo refuerzan la seguridad hídrica, sino que también impulsan la resiliencia de los ecosistemas frente a la degradación ambiental.
Garantizar la viabilidad de estas acciones requiere un esfuerzo coordinado entre administraciones, empresas y centros de investigación. La integración de nuevos enfoques tecnológicos y la colaboración en proyectos de I+D+i permitirán avanzar hacia una gestión del agua subterránea más eficiente, sostenible y alineada con los compromisos medioambientales globales.
Impulsando la protección de las aguas subterráneas junto a las empresas
Desde TÜV SÜD, apoyamos a las empresas en la evaluación y gestión del impacto ambiental de sus actividades sobre las aguas subterráneas. A través de servicios de monitorización, auditoría ambiental y desarrollo de planes de remediación, ayudamos a garantizar el cumplimiento normativo y a minimizar el riesgo de contaminación de los acuíferos.
Además, ofrecemos asesoramiento en la implementación de tecnologías de control y descontaminación, evaluaciones de riesgos hidrogeológicos y estrategias para optimizar el uso del agua en procesos industriales, alineándonos con los principios de economía circular y sostenibilidad.
En definitiva, la protección de las aguas subterráneas es un reto compartido que requiere innovación, compromiso y colaboración entre administraciones, empresas y ciudadanía. Con una gestión adecuada y soluciones eficaces, podemos garantizar la calidad y disponibilidad de este recurso esencial para las generaciones futuras.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Agua