El enfoque ético de la comunicación de las organizaciones e instituciones basado en hechos es uno de los retos que se engloban dentro del concepto de Comunicación Responsable. Los que tenemos la tarea de poner en valor y visibilizar la actividad y el impacto de nuestras compañías en la sociedad, las personas y el medioambiente tenemos una responsabilidad que va más allá de la organización a la que pertenecemos.
Nuestro principal compromiso es, sin lugar a duda, con la verdad. La falta de rigor, transparencia y veracidad mina uno de los valores más preciados: la confianza. Que los hechos vayan siempre por delante de nuestra comunicación es una garantía de confianza y de comunicación responsable. Si esto no se cumple inexorablemente estamos abocados a la pérdida de credibilidad y esto es algo que nunca nos debemos permitir.
Además de esto, cómo comunicamos y el momento en el que lo hacemos importa, y mucho, en nuestra manera ética de informar. La empatía con nuestros públicos ya sea internos o externos es una de las cualidades que hace posible que nos adaptemos a sus necesidades y a su diversidad. Nuestros mensajes tienen el poder de impactar positivamente en la sociedad cuando a través de ellos combatimos prejuicios y estereotipos.
La utilidad de lo que compartimos a través de los medios y redes sociales debe ser un dinamizador de cambios positivos tanto en la empresa como en el entorno que la rodea. Y, por supuesto, una comunicación ética, responsable y eficazmente sostenible nunca puede darse sin la escucha a nuestros grupos de interés, estableciendo un diálogo sobre los retos globales como la reducción de la pobreza o el cambio climático.
Todo lo descrito hasta ahora, así como el compromiso de educar a las personas para que conozcan y utilicen de forma responsable los “poderes de la comunicación”, especialmente desde la ventana de las redes sociales, junto con la defensa de la libertad de opinión y de prensa y la promoción del periodismo riguroso, son algunos de los ingredientes que se incluyen dentro del concepto de Comunicación Responsable.
Esta iniciativa de la Global Alliance que ha sido apoyada por muchos profesionales de la comunicación y de las relaciones públicas, así como por diversas instituciones, entidades y compañías, se está postulando como el ODS 18. Una petición muy ambiciosa que ojalá llegue a ser materializada.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: ODS18 – Comunicación Responsable.