Adoptar iniciativas ESG o de impacto social se ha convertido en una necesidad urgente para todas las empresas comprometidas con un futuro sostenible, equitativo y prometedor. Más allá de ser simplemente una tendencia, estas acciones se han vuelto imprescindibles para asegurar la viabilidad y el éxito a largo plazo de las organizaciones en un entorno empresarial cada vez más consciente.
Tanto es así, que los inversores y consumidores cada vez están más interesados en apoyar a aquellas empresas que se preocupan por el medio ambiente y la sociedad, lo que se traduce en una ventaja competitiva para aquellas compañías que integran la sostenibilidad en su estrategia de negocio.
Son varios los aspectos que hay que tener en cuenta, pero cuando las empresas se enfocan en la parte ambiental, sin descuidar los aspectos sociales y de gobierno corporativo, demuestran su compromiso con los públicos de interés. Algo que, además, se encuentra en la agenda de todos los países para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.
En nuestro caso particular, trabajamos sobre el ODS número 7, que se centra en garantizar el acceso a una energía segura y sostenible, el cual se encuentra, además estrechamente vinculado al ODS13 que busca tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Teniendo en cuenta estos aspectos, son muchas las acciones que se pueden llevar a cabo para conseguirlos, como el uso de las renovables, que brindan una energía más limpia y sostenible. Sin embargo, en el caso concreto del sector industrial todavía existe un largo camino por recorrer para abordar de manera clara esa transición energética tan demanda y por la que las empresas deberán apostar e invertir todos sus esfuerzos.
Desde Eaton, trabajamos la sostenibilidad desde la propia misión de la compañía, enfocándonos en mejorar la calidad de vida y del ecosistema. Los pilares de nuestra estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se centran en hacer negocios de forma correcta y transparente, reduciendo nuestra huella operativa y aportando soluciones eficientes para nuestros clientes; al tiempo que promovemos el desarrollo y compromiso de nuestros empleados.
En la compañía pretendemos alcanzar estos objetivos y nuestro foco se centra ahora en conseguir operaciones neutras en carbono para 2030 mediante la implantación de soluciones energéticamente eficientes, la optimización de la generación y compra de energías renovables, la ecologización de nuestros contratos energéticos y la compra de compensaciones de carbono cuando sea necesario. Además, tenemos previsto invertir más de 3.000 millones de dólares en investigación y desarrollo en los próximos 10 años para crear soluciones sostenibles y energéticamente eficientes para nuestros clientes.
En un nivel más técnico, xStorage es un claro ejemplo de solución de vanguardia en el sector que ayuda a tener un impacto sostenible. Se trata de una solución de almacenamiento de energía cada vez más utilizada por numerosas compañías, que utiliza baterías y tecnologías de gestión de energía para almacenar electricidad generada a partir de fuentes renovables, como la solar o la eólica, lo que contribuye a la transición hacia un modelo energético más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles. También facilita la adopción de sistemas de generación de energía descentralizados y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudando a mitigar, así, el cambio climático.
En definitiva, al reconocer la importancia de cuidar el medio ambiente, las empresas fortalecen su reputación y generan un impacto positivo tanto para la sociedad como para su desempeño financiero, atrayendo a más clientes e inversores. Implantando medidas como la incorporación de energías renovables, las empresas conseguirán así cumplir con los objetivos marcados y no quedarse atrás a la hora de liderar el cambio.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Medición y Comunicación del Impacto Social, en colaboración con Possible Lab.