“El primer paso para solucionar un problema es reconocerlo y aceptarlo”. Seguro que te resulta familiar, ¿verdad? Y es que, aun tratándose de una afirmación algo típica, no podemos obviar que se trata de una frase cargada de razón.
Precisamente, con ese ánimo de concienciación, reflexión y llamada a la acción, surge el Día Internacional del Agua. Una fecha señalada en el calendario, que se celebra cada año el 22 de marzo, y que nace con el propósito de poner el foco en el uso indebido que estamos haciendo de este recurso vital.
Sí, es hora de que lo aceptemos de una vez por todas. Estamos inmersos en una crisis mundial del agua. Una situación que, aunque es triste de reconocer, hemos propiciado nosotros mismos a través de nuestras propias acciones. Somos la principal amenaza para este líquido tan esencial y con nuestros actos hemos motivado su escasez o su contaminación, entre otros daños.
Y es que se estima que cerca del 80% de toda la basura que llega al mar proviene de tierra (Decálogo ciudadano de la Asociación Española de Basuras Marinas, AEBAM 2014). Por ello, resulta fundamental contar con proyectos que nos ayuden a buscar soluciones.
Como, por ejemplo, LIBERA unidos contra la basuraleza, en el que trabajamos mano a mano con la ONG SEO Birdlife y nos permite poner el foco en los elementos de entrada directa, como los ríos, para el conocimiento de las fuentes de entrada de basura al mar y de su reducción. Concretamente, en el informe LIBERA Impacto del abandono del plástico en la basuraleza, se indica que los residuos más comunes encontrados en las campañas de LIBERA en 2017 y 2018, fueron las toallitas y las colillas (ambas compuestas de plástico), además de las latas de bebida.
Desgraciadamente, la basura marina es una realidad a la que no podemos, y no debemos, dar la espalda pues forma parte de las causas que, entre otras, han propiciado la crisis del agua. En este sentido, una vez que somos conocedores del problema, es hora de ponernos manos a la obra para atajarlo, tal y como dice el popular dicho al que aludíamos antes.
Por eso, desde Ecoembes quisimos aportar nuestro granito de arena para poner freno a esta cuestión y, además de LIBERA, desde 2015, trabajamos de la mano la Fundación Ecoalf para cuidar los fondos de nuestros océanos. Concretamente, lo hacemos a través del proyecto Upcycling the Oceans, una iniciativa que se centra en recuperar los residuos que nunca debieron acabar en el mar con el objetivo de reciclarlos y darles una segunda vida gracias a la colaboración altruista de los pescadores.
Lo cierto es que este proyecto no es más que el resultado de combinar responsabilidad y colaboración. Responsabilidad de concienciar y poner nuestro granito de arena para que la gente sea consciente del problema de la basuraleza (¡la basura terrestre y la basura marina van de la mano!) y la importancia de limpiar los ecosistemas marinos. Y, colaboración, entendida por el trabajo que realizamos de manera conjunta Ecoembes y la Fundación Ecoalf, a la que se suma la labor de valor incalculable que realizan los pescadores que participan en la iniciativa de forma totalmente altruista.
Y es que, los pescadores son los verdaderos héroes del proyecto. Son el motor que pone en marcha Upcycling the Oceans, pues cada día se ocupan de recoger los residuos de sus redes y transportarlos en sus barcos para, una vez que llegan a puerto, depositarlos en los contenedores correspondientes para que podamos reciclarlos y convertirlos en tejidos de primera calidad, demostrando con ello que es posible darles una segunda vida y ser un claro ejemplo de economía circular.
Un proyecto cuyo objetivo es concienciar y que nos permitió a lo largo del 2020, recuperar más de 180 toneladas de basura marina, casi un 20% más de residuos que el año anterior. Una cifra que fue posible gracias al compromiso y colaboración de cerca de 2.600 pescadores al frente de 573 barcos localizados en 40 puertos pesqueros de Galicia, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Región de Murcia.
La puesta en marcha de proyectos similares a estos es de importancia capital pues nos permiten visibilizar el problema de la basura marina y su impacto en la crisis del agua, además de concienciar sobre ello al resto de la sociedad. La calidad del agua de los océanos y mares es vital para la vida y es responsabilidad de todos hacer que esto siga siendo así. Por eso, Upcycling the Oceans hace un llamamiento a la responsabilidad ciudadana para concienciar y sensibilizar de la gravedad que tiene la basuraleza en los entornos naturales.
Tal y como decía al inicio, la aceptación es esencial para atajar un problema. Es necesario quitarnos la venda de los ojos y ser conscientes de que existe. A partir de ahí, todos aquellos que seamos capaces de verlo, además, tenemos que ser el altavoz para hacerlo llegar al resto de la ciudadanía para que contribuyan y colaboren en su resolución. Y es que, el poder de la colaboración está demostrado que es inmenso. Pongámoslo en práctica para gestionar de la manera correcta el gran recurso que es el agua.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Agua.