Para la compañía, las ciudades deben tener mejores viviendas, estar mejor conectadas, ser más compactas y más duraderas sin renunciar a la estética. ¿Comparte esta visión el conjunto de los grupos de interés? ¿Y los habitantes de ciudades como Madrid o Barcelona?
En el primer estudio La Felicidad en la ciudad se obtuvieron interesantes conclusiones globales sobre el sentimiento de vivir en una gran urbe y en 2015 Lafarge decidió dar continuidad a este proyecto centrándose en Europa y en el colectivo de mujeres, en línea con su compromiso con el liderazgo femenino.
La inclusión de la perspectiva de género en el ámbito del urbanismo ha sido abordada desde el siglo XIX. Los recientes informes del programa Habitat de Naciones Unidas: Women and housing: Towards inclusive Cities y State of Women in Cities; el ensayo WhatWould a Non-sexist City Be Like? de la urbanista americana Dolores Hayden, colectivos como Matrix y Urbanistas en Reino Unido o Punt6 en Cataluña y propuestas como las ejecutadas por la arquitecta FranziskaUllman en Viena defienden que una mayor participación de las mujeres en el planeamiento urbanístico introduciría cambios en el diseño y adaptación de las ciudades a colectivos diversos.
El análisis que dio forma al estudio Women & Cities buscaba respuestas a cómo viven las mujeres en grandes urbes; cómo se las arreglan para conciliar el trabajo y la vida familiar; cómo se sienten; qué beneficios perciben en la ciudad en comparación con la vida rural o cómo podría ser más agradable su vida en la ciudad. En esta ocasión participaron más de 3000 personas (hombres y mujeres) de 5 ciudades europeas –Cracovia, Madrid, Marsella, París y Varsovia –de entre 18 y 60 años. Entre los resultados, muchos y muy interesantes, destaca que el 67% de las mujeres europeas ambiciona disponer de más tiempo para hacer todo lo que deben y quieren y que es el lugar donde las mujeres se sienten más libres (83% de las mujeres). En la gran urbe la vida es más propicia para el desarrollo de ellas como individuo frente a la vida en un entorno rural, dado que para el 92% la urbe también proporciona mayores oportunidades laborales. Además, a las mujeres urbanas europeas les gusta disponer de una oferta de ocio, sobre todo cultural, y su acceso a ella influye en la visión positiva de la ciudad. El 75% de las madrileñas, frente al 66% de las mujeres de las 5 ciudades, destaca el acceso a la variedad de actividades y al ocio como razón para amar a su ciudad.
Las europeas valoran en primer lugar que la disponibilidad de los centros sanitarios sea mejor que en las zonas rurales (94%); encontrar un trabajo (92%), el acceso a las instituciones administrativas (90%), a los centros educativos (78%), a los sitios para las compras de alimentos (74%), y la disponibilidad de muchos transportes (68%). Sin embargo, las ventajas de la vida urbana están menos claras con respecto a la educación de los niños ya que para el 49% de las mujeres europeas es igual de fácil en la ciudad que en las zonas rurales. Aunque satisfechas con su vida en la ciudad, las ciudadanas europeas tienen también altas expectativas de alcanzar una vida mejor, más agradable, que se adapte más a su rutina. De hecho, para el 74% de ellas, las ciudades estarían mejor adaptadas a sus vidas si ellas estuvieran más involucradas en su diseño y gestión.
El compromiso por promover una creciente igualdad y diversidad es ya una realidad en Lafarge. En el programa Ambiciones 2020, uno de los retos se basa en conseguir que el 35% de los puestos directivos de la compañía estén ocupados por mujeres en el año 2020. En Lafarge España este porcentaje se sitúa hoy en un 25%. Esta cifra supone un aumento de casi cuatro puntos con respecto al año 2010. Y el porcentaje de representación femenina en los cursos superiores de Gestión de Equipos, Management o Integración financiera (IFF) de la Universidad Lafarge, un centro de formación específica para empleados de la compañía, se situó en el 23% durante 2013. Adicionalmente a estas formaciones, Lafarge continuó desarrollando programas de Mentoring con directivos de alto potencial, entre los que se encontraban algunas de las directivas de la compañía en España. También en España, Lafarge está certificada por GEEIS -Gender Equality European and International Standard (GEEIS)- que reconoce los progresos de la compañía en el desarrollo de programas de igualdad.
Para progresar con solidez, la compañía mantiene alianzas con distintas organizaciones e instituciones que dan protagonismo a la mujer. Professional Women Network, Madrid Woman´s Week o los premios WLMT: Liderazgo, Diversidad y Talento, apoyados por la Comunidad Autónoma de Madrid y Madrid Excelente, son algunas de ellas.