Naciones Unidas y sus Estados miembros necesitan a las empresas para poder llevar a cabo los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Las empresas precisan conocer los entornos en los que trabajan, tener líneas directas de relación con múltiples estados y organismos internacionales, mejorar la imagen y su marca para poder continuar siendo competitivos en un mundo que, en palabras de Friedman, es plano. Los ciudadanos y ciudadanas, individualmente en sus decisiones y acciones diarias, o a través de sus organizaciones y entidades, exigen y buscan una mejora de la calidad de vida propia y de sus descendientes.(…)
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