España tendrá la población más envejecida del mundo, según el último informe del “Estado de la Población Mundial” de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Se trata de un dato preocupante para el desarrollo de nuestro país, condicionado, actualmente, por un bajo índice de natalidad, que apenas alcanza 1,3 hijos por mujer, y una creciente esperanza de vida, situada en los 83 años.
Para afrontar los cambios que se avecinan en nuestra pirámide demográfica, todos debemos prepararnos para una nueva realidad en la que se fomente tanto la autonomía individual como la autonomía familiar. Es aquí donde las empresas juegan un factor determinante, puesto que el cuidado de la salud de los empleados y sus familias será clave para el desarrollo del negocio.
SUPERCUIDADORES es una empresa social impulsada por la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), que ha nacido con el objetivo de ayudar a aquellas personas que emplean gran parte de su tiempo en el cuidado de personas mayores, menores de edad, discapacitados, dependientes o que sufran algún tipo de patología o enfermedad. Estos colectivos suponen alrededor del 25% de la población española y, por tanto, están muy presentes en la vida de las empresas y en nuestra sociedad.
Una buena conciliación laboral y familiar reduce el absentismo e incrementa la productividad. ¿Cuál es la consecuencia directa? Que aumenta el margen de beneficio y la competitividad de las empresas con respecto a las demás compañías, en un mercado cada vez más globalizado que exige inmediatez y bajos costes. Es evidente que las Administraciones Públicas no pueden ni podrán asumir todos los costes derivados de la atención sociosanitaria, a sabiendas de que los servicios públicos se han resentido con el paso de la crisis y del aumento de la población jubilada. En 2018, casi un 20% de la población española era mayor de 65 años, con cifras obtenidas del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE), referencia de datos demográficos de nuestro país.
Y no sólo hablamos de personas mayores. También hay otros indicadores sociales a tener en cuenta. Cuatro de cada diez dependientes en España –una cifra que supera con creces el millón de personas-, viven esperando prestaciones o servicios a los que tienen derecho, según un informe de la Asociación Estatal de Directores de Servicios Sociales. Además, según datos del IMSERSO, hay casi 4 millones de personas en España con una discapacidad reconocida. Todos, seres humanos, escondidos tras un mar de cifras. Por desgracia, convertir a las personas en números no es una solución al problema, sino todo lo contrario.
La labor de SUPERCUIDADORES no sólo se queda en un análisis de los datos. Sabemos que detrás de una familia con una persona mayor, enferma, discapacitada y/o dependiente a cargo existen unas obligaciones a las que no se pueden sentir ajenas nadie, y mucho menos los directores de las empresas. Por esta razón, muchas compañías ya están incorporando servicios de formación integral para el cuidado y atención de la salud, y también de asistencia familiar para el cuidado de menores de edad, de las personas mayores, de las que sufren algún tipo de patología o enfermedad, así como de las personas discapacitadas y/o dependientes. Adicionalmente, la mayoría de los más de 230 cursos de SUPERCUIDADORES pueden resultar gratuitos para las empresas si hacen uso de los créditos bonificados para la formación de la Fundación Tripartita.
La formación y servicios de SUPERCUIDADORES para los empleados de cara a afrontar la cada vez mayor tasa de Dependencia familiar son y serán siempre una gran ayuda para lograr el bienestar personal y laboral, así como para fomentar la captación de talento, dos elementos indispensables en la consecución de los objetivos empresariales de cualquier compañía.