El cambio climático es una realidad que se traducirá en importantes efectos, pero aún podemos minimizar sus consecuencias más severas. La dependencia de los combustibles fósiles y el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero son los grandes desencadenantes del cambio climático.
Desde la época preindustrial, la temperatura media mundial ha aumentado ya 1,1°C y el período 2015-2019, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), es probablemente el quinquenio más cálido jamás registrado con un incremento de la tasa de subida del nivel del mar de unos 5 mm al año.
En concreto, aproximadamente el 79% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea son debidas a la quema de combustibles para usos energéticos o de transporte pero, además, una sociedad cambiante también demanda cambiar nuestro modelo y nuestra orientación hacia la sostenibilidad medioambiental estando más convencidos de este nuevo paradigma.
El sector de la aviación es muy representativo ya que, por un lado, contribuye de forma importante al desarrollo social y económico a escala mundial (representa más del 3% del PIB mundial), genera empleo (9 millones de empleos directos en todo el mundo y 49 millones indirectos), así como una palanca de desarrollo económico (8 de cada 10 turistas que llegan a España lo hacen por vía aérea).
No obstante, el continuo crecimiento de la demanda aérea de los últimos tiempos se ha visto acompañado de fuerte controversia debido a los efectos adversos que puede generar sobre el medio ambiente derivados de las emisiones que genera a la atmósfera y una creciente sensibilización de la sociedad.
Según datos de la agencia europea del Medio Ambiente, el transporte aéreo es responsable del 3-4% de las emisiones dentro de la Unión Europea aproximadamente. Con una clara conciencia de la problemática, se nos plantea un importante reto que consiste en compatibilizar el crecimiento del tráfico aéreo con el cuidado y la protección medioambientales.
La industria aeronáutica ha hecho importantes avances. Los aviones actuales son el 75% menos ruidosos que los de hace cuatro décadas y consumen el 80% menos de combustible por Km que los primeros reactores de la década de los 50. en la actualidad, están en marcha distintas iniciativas como el uso de SAF 8combustibles sostenibles en aviación), diseño de motores más eficientes y la implantación de los programas de compensación de emisiones CORSIA y ETS.
ENAIRE, como gestor nacional de navegación aérea, desempeña una función relevante en la reducción del impacto ambiental del tráfico que opera en nuestro espacio aéreo. Su compromiso medioambiental se encuentra recogido en su plan de sostenibilidad, Green Sky, incluido dentro del Plan Estratégico de la compañía, denominado Plan de Vuelo 2025.
Green Sky enfoca sus esfuerzos en tres líneas de actuación principales: la reducción de emisiones a la atmósfera (Fly Clean), la atenuación de los niveles sonoros en el entorno de los aeropuertos españoles (Fly Quiet) y la mejora de la gestión ambiental de sus propios centros e instalaciones desplegadas en todo el país (Eco-ENAIRE).
Las medidas contenidas en Fly Clean apuntan directamente a la lucha contra el cambio climático, a través de la mejora de la eficiencia en vuelo. Una mayor eficiencia en vuelo trae aparejado un menor consumo de combustible de las aeronaves, con la consiguiente reducción de emisiones a la atmósfera. Con este fin, ENAIRE seguirá trabajando en la optimización de la red de rutas aéreas y el acortamiento de las distancias voladas mediante la coordinación civil-militar con el Ministerio de Defensa para mejorar el uso compartido de las áreas militares restringidas y la posterior implantación del concepto Free Route, contemplado en el Cielo Único Europeo, que permitirá volar trayectorias directas punto a punto.
La mejora de la red de rutas en nuestro espacio aéreo ha supuesto una mejora de su eficiencia, pasando del 96,3% en 2017 hasta el 96,7% en 2022. Durante 2022, se han conseguido ahorrar 1,6 millones de millas náuticas a las compañías aéreas, el equivalente a 17.100 Tm de combustible o, lo que es lo mismo, 54.000 Tm de CO2 con respecto a 2019.
Las medidas establecidas en Fly Quiet que se han definido están orientadas a paliar de forma sistemática la afectación de nuestro sector sobre las poblaciones y sobre la biodiversidad, mejorando el diseño de los procedimientos de vuelo usando tecnología que permita la flexibilización de estos y buscando entornos colaborativos con asociaciones y grupos ecologistas de cara a minimizar el impacto sobre la avifauna.
Dentro de este ámbito, ENAIRE seguirá evaluando de forma sistemática y continuada el impacto de todos sus proyectos de maniobras de vuelo, colaborando con Aena en la monitorización de los niveles acústicos producidos por las trayectorias de aproximación y despegue y promoviendo una comunicación activa con los ciudadanos y municipios afectados.
Finalmente, ECO-ENAIRE contempla acometer acciones de eficiencia energética y autoconsumo de energías renovables, principalmente mediante la puesta en funcionamiento de plantas fotovoltaicas de autoconsumo en nuestras principales instalaciones, la sustitución de iluminación tradicional por luminarias LED, mucho más eficientes, y la renovación del parque de vehículos por vehículos híbridos o eléctricos, además de investigar otras posibles fuentes de energías alternativas.
En línea con nuestro compromiso, desde 2015 el 100% de la energía que consume ENAIRE procede de fuentes renovables, lo que ha permitido un ahorro de casi 90.000 Tm de CO2.
El despliegue de plantas fotovoltaicas en las instalaciones de ENAIRE es un hecho. A día de hoy están en funcionamiento las plantas de los centros de control de Canarias y de Sevilla y se encuentra en fase de obra la planta del Centro de Control de Madrid.
Todo el sector del transporte aéreo ha orientado de manera definitiva su estrategia hacia la sostenibilidad y el cuidado del único planeta que tenemos disponible. Las señales inequívocas que nos lanza la naturaleza requieren de una acción inmediata. ENAIRE, en colaboración con el resto de las organizaciones del sector, dedica en la actualidad su esfuerzo a la consecución de un objetivo común: que volar siga siendo para el pasajero una experiencia placentera y segura, con la conciencia renovada de viajar en un transporte limpio y sostenible.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Clima