Para Endesa, el desarrollo sostenible es un pilar esencial de su estrategia, y la dimensión ambiental tiene un peso muy importante en todas sus actividades y en la puesta en marcha de nuevos proyectos. Endesa, en la búsqueda de la excelencia en la gestión ambiental, focaliza grandes esfuerzos en la gestión integral del agua de todos sus ámbitos de actividad, y por ello dentro de su Plan de Sostenibilidad tiene fijados objetivos sobre la reducción del consumo de agua en sus instalaciones de generación y en sus oficinas.
Endesa ha identificado el agua como un recurso estratégico y crítico que se está viendo afectado por el cambio climático. Las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) manifiestan que, si no se adoptan nuevas políticas, en el año 2050 cerca de la mitad de la población mundial vivirá en áreas bajo estrés hídrico severo.
Endesa, asumiendo un papel de liderazgo en las eléctricas españolas, se ha adherido de nuevo en 2016, y por séptimo año consecutivo, al CDP Water Disclosure, una iniciativa que proporciona datos relativos al agua y su gestión por las corporaciones más grandes del mundo de cara a informar al mercado global sobre el riesgo de inversión y oportunidades comerciales, y para ayudar a dirigir las inversiones hacia el uso sostenible de este recurso.
Este año, por primera vez, CDP Water ha hecho público el nivel obtenido por las diferentes compañías, y Endesa ha alcanzado el nivel “Leadership”, por encima del valor medio del sector. Dentro de esta iniciativa, CDP publica anualmente un Informe. Este año el Thirsty business: Why water is vital to climate action – 2016 Annual Report of Corporate Water Disclosure, analiza, a través de las respuestas de las 607 empresas (48% de las invitadas a participar) que han participado en la iniciativa, cuáles son los principales riesgos y oportunidades detectados por las empresas en relación a la disponibilidad del agua, así como las tendencias de las compañías en la gestión de estos riesgos.
El informe tiene por objeto ayudar a las empresas que son sensibles a la disponibilidad de agua o tienen un gran impacto en su calidad, así como informar a los inversores y a las multinacionales sobre cómo sus contratistas y proveedores se han de posicionar para gestionar estos riesgos y participar activamente en la revolución del valor del agua. Dentro de este informe destaca la gestión integral del agua que realiza Endesa.
Dado que el agua es un bien común, su gestión se ha convertido en un tema social, cultural y ambientalmente delicado, particularmente en tiempos y lugares con escasez de agua, por lo que las soluciones para mejorar las condiciones de abastecimiento, saneamiento y calidad del agua, requieren un enfoque que implique, sin duda, asociaciones y acciones colectivas como las que emanan del concepto de colaboración en la esfera del agua, de Naciones Unidas.
Endesa está continuamente actualizando y alineando sus estrategias corporativas con relación al agua, con los objetivos de políticas públicas e iniciativas que surgen de las múltiples partes interesadas. Sólo a través del contacto ágil y continuo entre todas esas partes implicadas se está en condiciones de poder entender, anticipar y responder a los nuevos problemas y expectativas. Un diálogo abierto resulta también necesario en la prevención y reducción del riesgo de futuros conflictos relacionados con el agua.
Si la sostenibilidad es el equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental, el agua es seguramente uno de los factores de sostenibilidad más paradigmáticos. Endesa lo sabe, lo adopta y lo defiende, produciendo energía renovable a partir del agua mediante saltos hidroeléctricos y utilizándola de forma eficiente en otras tecnologías (térmica y nuclear).
La producción hidroeléctrica de Endesa en el año 2016 ha representado un 10% de la producción total, con un parque hidroeléctrico que representa el 20% de la capacidad total instalada. Esta producción de energía, habitualmente va asociada a embalses que cumplen funciones de abastecimiento de agua para distintos usos, y se lleva a cabo bajo sistemas de gestión ambiental voluntarios y certificados que obligan a la mejora continua en el control de todas las aguas residuales generadas, así como en la preservación del estado ecológico de los embalses y los tramos de ríos regulados asociados, y todo ello con un uso eficiente de los recursos hídricos.