Es increible como una conmemoración puede ir cambiando la mirada en el tiempo, como avanza en ocasiones hacia un punto perdido y opuesto, para luego en algún momento entender de forma masiva el problema e ir como sociedad en busca de una solución al dilema inicial que partió dando él sentido a este día #8M.
Si es difícil entender muchas veces nuestras propias emociones y pensamientos, ¿cómo no va a ser complejo entendernos como sociedad?. Bueno, es un punto de partida darnos cuenta que comenzamos desde la desventaja de “No saber todo”. Sin embargo, cuando nos damos un tiempo para reflexionar es cuando pausamos la mente y logramos ver con más claridad los posibles fondos del problema y empezar a vislumbrar lluvias de ideas sobre cómo podemos mejorar como sociedad, encontrar puntos de equilibrio, proponer planes de acción concretos y empezar a trabajar en ello, con fe de ir avanzando hacia una sociedad más humana.
Porque al final es desconcertante y preocupante como las personas que somos por nacimiento, seres humanos, en el tiempo y ocasiones vamos dejando de serlo. Y tenemos que parar para reflexionar e ir nuevamente en dirección hacia nuestra esencia que es ser humanos.
Porque si bien las personas somos humanas por naturaleza. La palabra humano se refiere a un ser racional y como sinónimo a ello encontramos en la RAE (Real academia española) que su significado es también ser humanitario, voluntarioso, compasivo, entre otros. Dejando como sinónimo de inhumano a alguien cruel e insensible.
Dado lo anterior, podemos decir que por naturaleza somos seres racionales, compasivos y voluntariosos que al estar en conjunto a otras personas podemos buscar puntos de acuerdo para vivir en una sociedad en la que sintamos bienestar. Y así llegamos a conectar con la filosofía de José Tomás de Aquino, que plantea que: “La voluntad de un individuo no es recta queriendo el bien particular si no lo refiere, como a su fin, al bien común”.
Y entender que “El bien común, sólo será posible si nos llenamos del deseo de amor, que se traduce en: Menos palabras y más obras”. – palabras del Padre Hurtado en el libro Un Fuego que enciende a otros fuegos, 2004, pág 55.
Finalmente, todo este escrito es para llegar a que el dilema según mi punto de vista es no afrontar el problema con amor. Porque solo el amor puede ayudarnos a tomar acción real frente a las injusticias que vivimos como sociedad. Por ejemplo:
Si eres madre o padre y tienes a una hija, que está siendo discriminada por ser mujer, al no conseguir trabajo en un rubro masculinizado o no ascendiendo en su puesto de trabajo por miedo de su jefatura a no tener las herramientas y logística preparada para afrontar que la colaboradora tenga que tomar un pre y post natal en algún momento, y con ello quizás dejar un cargo importante de toma de decisiones dentro de la compañía en una incertidumbre.
¡Me imagino que no te sentirías feliz o cómod@ con lo que está pasando tu hija!. Por lo cual, hoy que somos adult@s las decisiones que tomamos nos afectan o podrían afectar no solo a nosotros sino también a quienes amamos (Ej: familia, amig@s) o llegaremos a amar en el futuro (Ej:nietas, sobrinas).
Y es por ello que si tienes un cargo de liderazgo en una empresa o simplemente por ser adult@ realizas acciones importantes en el día a día que pueden tener un enfoque de machismo (descriminación hacia la mujer) puedes parar un momento a reflexionar, conectar desde el amor y pensar: qué acciones puedo cambiar para que mi círculo cercano, organización o en conjunto a mis colaboradores vayamos adquiriendo actitudes de equidad, y estás actitudes a su vez se vayan multiplicando?
Dando lugar a la posibilidad de ir proponiendo soluciones definitivas hacia el bien común e ir co-construyendo modelos de negocios y conducta basados en el triple impacto. Porque no podemos creer que una empresa o país está alineado con criterios de sostenibilidad cuando aún existe inequidad y descriminación por ser mujer (machismo).
Entonces, hoy dejo una invitación para que en el #8M nos demos el tiempo de reflexionar y pensar: “En qué mundo quiero que vivan las mujeres que amo o mi futura familia?, y qué puedo hacer en mi día a día para que la discriminación hacia las personas que amo, como mi madre, esposa, hija, sobrina, etc, se acabe?.
Además de reflexionar, invito a que el #8M sea un día para celebrar los avances, lo cual nos ánima a continuar por el camino de la mejora continua y madurar en términos de condiciones y clima laboral, así también como oportunidades entre otros, como organización y sociedad.
También invito a que sea una instancia para que los hombres que en su día a día promuevan la equidad, celebren con nosotras. Porque si hay cambios de mejora en equidad de género, tarde o temprano, nos ayudará a tod@s.
Vamos un paso a la vez, si este escrito te ayudó a ver las cosas de otra manera, a reflexionar y hacer cambios concretos e importantes en pro del amor social, hice un buen trabajo con estas palabras.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: 8M, Día Internacional de la Mujer 2024.
#amorYsostenibilidad #PQO #TodosSomosCorresponsables