Este informe señalaba textualmente que casi mil millones de personas –entre ellas un 14% de los adolescentes de todo el mundo– están afectados por un trastorno mental. Los suicidios representan más de una de cada 100 muertes y el 58% de ellos ocurren antes de los 50 años de edad.
Los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad y son responsables de uno de cada seis años vividos con discapacidad. Las personas con trastornos mentales graves mueren de media de 10 a 20 años antes que la población general, la mayoría de las veces por enfermedades físicas prevenibles.
Los abusos sexuales en la infancia y el acoso por intimidación son importantes causas de depresión. Las desigualdades sociales y económicas, las emergencias de salud pública, las guerras y las crisis climáticas se encuentran entre las amenazas estructurales para la salud mental presentes en todo el mundo. La depresión y la ansiedad aumentaron más de un 25% en el primer año de la pandemia.
Estos datos dejaban patente la necesidad de actuar, por qué y dónde es más necesario acometer cambios, así como la mejor manera de lograrlo, instando a fomentar los compromisos y la adopción de medidas para cambiar actitudes, actuaciones y planteamientos en relación con la salud mental.
Este trabajo marcaba una hoja de ruta a los gobiernos, las instituciones académicas, los profesionales de la salud, la sociedad civil y el resto de los actores implicados.
De aquí partió la principal motivación que llevó al Consejo Regional de Farmacéuticos de Castilla La Mancha a participar junto con la Consejería de Sanidad Autonómica y la Farmacéutica Otsuka a desarrollar una campaña de sensibilización sobre SALUD MENTAL en nuestras farmacias, campaña que llamamos: “FARMACIA COMUNITARIA: Tu apoyo en Salud Mental”.
Una iniciativa muy necesaria, en un momento en el que desde nuestras Oficinas de Farmacia ya estábamos detectando un incremento desmesurado de este problema.
Los objetivos que queríamos alcanzar eran claros:
- Sensibilizar y desestigmatizar el Trastorno Mental Grave y aprender a conectar con estos pacientes por medio de la escucha activa y la actualización de la formación de nuestros profesionales en Salud Mental y Antipsicóticos.
Para ello, repartimos cerca de 3.000 carteles de la campaña, 20.000 dípticos para pacientes, donde informamos de qué son los trastornos mentales, qué cambios se podían experimentar, efectos de la medicación a nivel metabólico, sexual, en pacientes polimedicados… precauciones a tener en cuenta, o consejos para llevar una vida normal, entre otros.
También entregamos más de 1.500 guías de utilización de antipsicóticos (SEFH), para actualizar la formación, tanto a farmacéuticos comunitarios como a farmacéuticos hospitalarios.
Trabajamos multidisciplinarmente con asociaciones de pacientes, psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas, médicos de atención primaria, enfermeros, farmacéuticos y sobre todo, los pacientes y sus familiares, que relataron su vida en primera persona en las diferentes sesiones presenciales que tuvimos.
Sesiones donde descubrimos los vínculos indisolubles entre la salud mental y la salud pública, donde comprendimos que la salud mental es un problema de todos, que requiere de mayor dotación de recursos humanos, económicos y sobre todo, del compromiso firme de nuestras administraciones, en el desarrollo de políticas y prácticas que permitan participar plenamente a estos pacientes en la sociedad.
Elaboramos formaciones sobre la gran mayoría de tratamientos, las patologías prevalentes y factores de riesgo; mesas redondas; estrategias de actuación en Salud Mental (abordaje transversal del suicidio, experiencia asistencial, importancia de la adherencia Terapéutica en Salud Mental), etc.
Y concienciamos a nuestros profesionales sobre el uso y abuso de psicofármacos, conductas adictivas o sobre la importancia de la educación y el acompañamiento familiar. Y por supuesto sobre el papel tan importante que podemos hacer los farmacéuticos, en detección precoz, apoyo emocional, uso adecuado de la medicación y refuerzo de la adherencia.
Utilizamos todos los medios de comunicación a nuestro alcance, para dar a conocer la campaña, tanto escritos como audiovisuales, apariciones en la radio, cuentas de Redes Sociales de todos los Colegios, se cubrió la campaña en Instagram, Twitter, Facebook… e incluso en Youtube, donde gran parte de las sesiones formativas e informativas quedaron grabadas.
Presentar esta campaña a los Premios a la Innovación Social: Farmacéuticos y ODS fue decisión unánime de todos los Colegios de Farmacéuticos de Castilla La Mancha, no solo por la importancia “per se” de la temática tratada y de su aportación a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030, sino también por la gran acogida que tuvo la campaña: entre todos los profesionales que participaron, los pacientes, las asociaciones de pacientes, los colegios.
Los resultados de las encuestas posteriores fueron altamente satisfactorios y lo más importante: contarlo a otros colegios podía animarlos a comenzar iniciativas parecidas, generando una red nacional de protección para estos pacientes desde nuestras Oficinas de farmacia.
Unos premios que ya se han vuelto imprescindibles para conocer las acciones que se están desarrollando por los farmacéuticos desde otras comunidades autónomas y que ponen en valor la importancia del trabajo multidisciplinar en el abordaje de la salud integral de los pacientes.
Sin duda una experiencia que volveremos a repetir, porque nos ha dado muchas herramientas y habilidades importantes a la hora de tratar a estos pacientes, no solo desde el punto de vista sanitario, sino también humano y social.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables “Premios a la Innovación Social: Farmacéuticos y ODS”, en colaboración con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF).