La Cumbre nos ha dejado una conclusión clara: la lucha contra el calentamiento global por parte de Gobiernos y sector privado es ya “irreversible” y la colaboración entre ambos es clave para avanzar hacia la transición a una economía baja en carbono.
Ciudades, regiones, empresas e inversores han dado a conocer estos días sus planes de acción y han dialogado con los Gobiernos para acelerar y escalar la transición hacia una economía baja en carbono y hacer realidad el texto de París.
El resultado final de estas dos semanas de negociación ha sido la reafirmación del compromiso de todos los países con la acción climática y la proclamación del inicio de una nueva era de implementación y acción, que se ha plasmado en la “Proclamación de Acción de Marrakech”. Este texto, de tan sólo una página, supone el primer paso hacia la redacción del conjunto de normas de aplicación del Acuerdo de París, que deberán completarse en 2018, dos años antes de que éste empiece a funcionar.
El papel del sector privado como partner estratégico de los Gobiernos para la consecución de los compromisos nacionales ha sido un elemento muy destacado durante esta cumbre internacional. Empresas de todo el mundo han demostrado una gran ambición y la puesta en marcha de iniciativas para descarbonizar la economía.
Según el World Business Counsil for Sustainable Development (WBCSD), casi un año después de París han tenido lugar importantes logros del sector privado en materia climática: 200 empresas en todo el mundo han fijado objetivos basados en la ciencia (Science Based Targets), para alinearse con el objetivo global de mantener el incremento de temperatura por debajo de los 2oC; 83 empresas se han comprometido a avanzar hacia 100% renovables, a través de la red RE100: y más de 165 empresas son parte de las 8 soluciones propuestas por el WBCSD en el marco de la Low Carbon Technology Partnership initiative (LCTPi).
Los líderes empresariales han pedido a los Gobiernos apoyo para sacar el máximo partido de sus acciones y capacidades. Algunas de las demandas se han centrado en pedir que los países cumplan plenamente sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) mediante legislación en el ámbito nacional, que incentiven una respuesta inmediata del sector privado a los objetivos del Acuerdo de París, la movilización de financiación climática a gran escala procedente de fuentes públicas y privadas o el establecimiento de un precio del carbono, entre otras.
Desde Forética, somos testigos del imparable impulso que se vive a nivel mundial en la lucha contra el cambio climático y de las numerosas acciones, proyectos e iniciativas que ya están en marcha para avanzar hacia un desarrollo sostenible. Estar presentes en Marrakech ha sido muy inspirador para seguir trabajando junto al sector privado hacia un modelo de desarrollo sostenible, y trasladar ese conocimiento y tendencias a través del Clúster de Cambio Climático que coordinamos con 36 grandes empresas españolas. Hasta Bonn (Alemania), donde se celebrará la COP 23, seguiremos trabajando con la convicción de que la acción de las empresas es clave para conseguir la descarbonización de la economía en 2050.