Desde la Fundación Adecco llevamos más de dos décadas trabajando para generar espacios laborales más inclusivos y, en los últimos años, venimos esforzándonos por ser el mejor partner social para que las organizaciones puedan optimizar sus estrategias de Diversidad, equidad e inclusión (De&I) y llevarlas al siguiente nivel. Nuestro reto que estas políticas se integren en el propósito de las compañías, como parte inherente a su misión, visión y valores.
El máximo exponente de esta misión lo encontramos en la Alianza #CEOPorLaDiversidad, iniciativa que pusimos en marcha en 2019, junto con la Fundación CEOE, y de la que hoy forman parte 75 CEO de importantes empresas de nuestro país.
Un proyecto de este calado no puede sino impulsarse bajo un firme convencimiento: los altos niveles de desigualdad, exclusión social y pobreza tienen un impacto muy negativo sobre la competitividad global de nuestro país. A través de estrategias empresariales de De&I contribuimos activamente a la reducción de estos indicadores, mejorando la competitividad, la excelencia empresarial y el desarrollo sostenible de nuestro país.
En la Fundación Adecco tenemos la ventaja de estar muy en contacto con personas que viven la precariedad y vulnerabilidad social, presentando, en la gran mayoría de casos, un factor común: el desempleo o la inestabilidad laboral. Al mismo tiempo, conocemos las necesidades y preocupaciones de las empresas, las dificultades para acceder al talento y para hacer efectiva la inclusión laboral. Por ello, pensamos que debíamos inspirarnos en modelos más avanzados que provienen del mundo anglosajón, identificar y recoger buenas prácticas empresariales e impregnarlo todo de aquellos valores que se han defendido en Europa como la dignidad, la igualdad o la libertad. La mejor forma de hacerlo era mediante la unión: vivimos en una era de alianzas en la que la unilateralidad ya no funciona. Por el contrario, el trabajo colaborativo origina resultados verdaderamente transformadores.
El contexto era favorable, ya que observábamos un interés creciente por parte de las empresas. La aprobación de normativas nacionales y europeas (LGD, Ley de Igualdad o EINF) que exigían, por primera vez, incorporar variables de diversidad en la gestión empresarial, creó el caldo de cultivo idóneo para iniciar el cambio de mentalidad y el despegue de este tipo de estrategias. Sin embargo, junto a la razón legal emergía otro elemento: el riesgo reputacional. No mostrar interés por un aspecto cada vez más valorado por consumidores, clientes e inversores, podía afectar a la percepción e imagen de la empresa, produciendo una merma de su valor. Por último, y quizás lo más importante, veníamos observando un compromiso cada vez mayor por parte de directivos y directivas, que empezaban a ser conscientes de que apostar por la De&I era justo y bueno para la empresa. Estos fueron los principales aceleradores que nos permitieron poner en marcha la Alianza y que, en los últimos ejercicios, han catapultado las políticas de De&I al centro de gravedad empresarial, logrando que cada vez se incorporen más organizaciones.
Y si bien el camino acaba de empezar, durante estos primeros años, #CEOPorLaDiversidad ha logrado importantes avances. Los Comités de Dirección de las empresas adheridas han incorporado la De&I en sus agendas, han constituido equipos y responsables en la materia e, incluso, han designado partidas presupuestarias al respecto. Este compromiso del primer nivel de la compañía ha sido, en todo momento, la esencia de la Alianza y lo que define su espíritu: solo la implicación personal de la primera línea de mando, como Champions de Diversidad (sponsors y embajadores de la De&I), es susceptible de generar capilaridad y resultados de alto impacto.
En la actualidad, gracias a la implicación de los 75 CEO y al equipo operativo de la Alianza, estamos consolidando una metodología de trabajo que nos ha permitido identificar y desgranar conceptos clave, recoger y documentar las mejores prácticas, aportar puntos de vista innovadores y ampliar la visión existente en De&I. Nuestro foco está en la creación de marcos de referencia y herramientas colaborativas que permitan a las empresas evolucionar sus modelos, a través de una visión común de la De&I, que se nutra de las mejores prácticas. A partir de ahí, tenemos por delante otros grandes retos como la generación de contenidos, herramientas y recursos para que las empresas den forma a sus estrategias, así como la creación de un sistema de indicadores, avanzado y estandarizado, que proporcione a las organizaciones información relevante para la toma de decisiones estratégicas.
El reto es, por tanto, pasar de la teoría a la práctica, teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas ha iniciado una fase de diálogo y cambio cultural, pero encuentra grandes dificultades para dar pasos de lo simbólico a lo real. Nos encontramos en un momento idóneo para avanzar en este sentido, hacia fases más maduras de gestión e implementación. Y no cabe duda de que #CEOPorLaDiversidad se configura como la gran plataforma para emprender este camino.
No podemos soslayar que la trayectoria de la Alianza ha estado marcada por la abrupta irrupción de la pandemia. La Covid-19 fue un golpe inesperado y con una intensa repercusión en el tejido productivo; sin embargo, el compromiso empresarial con la De&I no se vio, ni se ha visto resentido. Muy al contrario, esta crisis ha actuado como revulsivo para que las compañías repiensen sus estrategias y liguen sus políticas de diversidad a la recuperación de su actividad. Es más, durante estos dos últimos años, los CEO adheridos han mostrado un interés profundo y real por impulsar sus acciones de De&I, siendo éstas una palanca para vincular su estrategia corporativa con la agenda del planeta.
Todavía inmersos en la pandemia, pero cuando parece que hemos dejado atrás los tiempos más difíciles, no parece aventurado afirmar que ninguna organización podrá ser realmente próspera si no se preocupa por avanzar en De&I. Nos hay que olvidar que la sociedad es cada vez más vigilante con el impacto de la actividad empresarial en la justicia social, el bienestar de las personas o las situaciones de discriminación y/o desigualdad. Durante estos años, #CEOPorLaDiversidad se ha convertido en un espacio de referencia en España para la innovación, el intercambio y la formación en la materia. Nuestra permanente búsqueda de soluciones, indicadores e iniciativas estratégicas está permitiendo desarrollar una metodología exclusiva con capacidad para acelerar las políticas de diversidad, equidad e inclusión y contribuir a mejorar la posición competitiva global de nuestro país. Sin duda, España puede convertirse, en los próximos años, en un país que aporte y exporte grandes ejemplos y buenas prácticas. Juntos multiplicamos.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: CEO por la diversidad, promovido por Fundación Adecco.