La filantropía del futuro pertenece a los jóvenes. Las generaciones nacidas en el nuevo siglo, nativos digitales e hiperconectados, están asumiendo un rol central en el cambio social. Son los más comprometidos con la sostenibilidad del planeta, y esta conciencia los lleva a actuar con una firmeza que redefine las formas tradicionales de filantropía.
Este grupo, más que ninguna otra generación, está profundamente preocupado por el impacto del cambio climático, la justicia social y las desigualdades económicas. Además, buscan formas de colaboración que trascienden las fronteras geográficas y culturales. Están cambiando la filantropía desde la base, utilizando la tecnología para movilizar recursos, crear redes de apoyo y amplificar voces.
Los jóvenes filántropos no solo donan dinero; invierten su tiempo, su influencia y sus habilidades digitales para impulsar el cambio. Plataformas de financiación colectiva y redes sociales se han convertido en herramientas esenciales para apoyar causas sociales, logrando una mayor transparencia y cercanía en los procesos de donación.
La diferencia clave de esta generación es su enfoque en la colaboración. Prefieren soluciones compartidas y esfuerzos colectivos que involucren a diversas comunidades, buscando una transformación más inclusiva y duradera. Los jóvenes no buscan solo “dar”, sino crear un impacto visible y sostenible a largo plazo.
A pesar de su entusiasmo, los jóvenes también enfrentan un futuro lleno de incertidumbre. El mundo actual presenta desafíos inéditos: cambios políticos, avances tecnológicos, crisis ambientales y sociales que alteran constantemente las estructuras tradicionales. Esta complejidad es una de las razones por las que están más comprometidos con la filantropía.
Para ellos, no basta con donar a causas individuales. Aspiran a resolver problemas sistémicos que puedan garantizar un mundo más equitativo y justo para las generaciones futuras. Ven la filantropía no solo como una respuesta a necesidades inmediatas, sino como una herramienta de transformación social.
La relación entre generaciones juega un papel crucial en este nuevo modelo de filantropía. Los jóvenes valoran el diálogo intergeneracional, pero también cuestionan las estructuras heredadas. Aunque respetan los logros de generaciones anteriores, buscan adaptar las prácticas filantrópicas a un contexto global cambiante. Esta solidaridad intergeneracional debe basarse en un entendimiento mutuo de los desafíos actuales, donde los jóvenes aporten su perspectiva fresca y crítica, y los mayores compartan su experiencia acumulada. Juntos, pueden construir una filantropía más resiliente y adaptable.
Las causas que inspiran a los jóvenes abarcan una amplia gama de temas, pero el denominador común es su enfoque en la justicia social y la sostenibilidad. Movimientos por la equidad de género, los derechos humanos, la educación inclusiva y el acceso universal a la salud son prioridades para esta generación.
Además, están profundamente conectados con el medio ambiente. Para muchos, el cambio climático no es solo un tema más; es la causa que define su activismo. Quieren asegurarse de que las generaciones futuras puedan disfrutar de un planeta sano y habitable, lo que impulsa una gran parte de sus esfuerzos filantrópicos.
A medida que los jóvenes asumen roles más destacados en la filantropía, la pregunta clave es: ¿Cómo será el legado que dejarán para las siguientes generaciones? En muchos casos, están desafiando los modelos tradicionales, priorizando la acción inmediata y visible sobre los enfoques a largo plazo, pero también buscan cambios estructurales profundos.
La tecnología y la hiperconexión global permiten que los jóvenes logren lo que antes parecía imposible: una filantropía instantánea y globalizada. Las barreras de entrada se han reducido, permitiendo que cualquier persona, sin importar su ubicación o recursos, pueda contribuir al cambio.
Estoy segura de que, en manos de los jóvenes, la filantropía del futuro no solo será más accesible, sino más transformadora. Con su energía, creatividad y compromiso, están trazando un camino hacia un mundo más justo, solidario y sostenible. Como comprobaremos en el Foro Demos, evento en el que Corresponsables será media partner, el evento de referencia del sector fundacional, que este año celebramos en Valencia, la próxima generación de filántropos no solo heredará un legado; lo reinventará para adaptarlo a los desafíos del presente y las esperanzas del mañana. Juntos, están y estamos construyendo un futuro donde la solidaridad sea el motor de un cambio real.
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