Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, fueron adoptados por las Naciones Unidas en 2015 como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que en 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad. Son un imperativo moral para todos, y por supuesto para Grupo SIFU, pero no solo en esta época de concienciación, sino desde su fundación hace ya treinta años.
Los 17 ODS reconocen que la acción en un área afectará los resultados en otras y que el desarrollo debe equilibrar la sostenibilidad social, económica y ambiental. Todo está interconectado, pero por centrarnos específicamente en algunos, Grupo SIFU efectúa acciones relacionadas con los ODS 3 (Salud y bienestar), 6 y 14 (Agua limpia y saneamiento y Vida submarina), 11 (Ciudades y comunidades sostenibles) y 8 y 10 (Trabajo decente y crecimiento económico y Reducción de las desigualdades). Vamos a centrarnos en estos dos últimos, relacionados con la inclusión laboral y la igualdad.
Trabajo e igualdad
Durante los últimos 25 años, la cantidad de trabajadores que viven en condiciones de pobreza extrema ha disminuido, pese al impacto de la crisis económica de 2008 y las recesiones globales. Aunque nos hemos recuparado de la crisis, el empleo lo ha ido haciendo de manera más lenta.
En el caso de los trabajadores con discapacidad, con un porcentaje de empleabilidad muy bajo de forma perenne, la inclusión laboral se ha puesto más cuesta arriba todavía. Y en lo que respecta a la igualdad, es necesario adoptar políticas sólidas que empoderen a las personas de bajos ingresos y promuevan la inclusión económica de todos y todas, independientemente de su género, etnia, raza y capacidades. En muchas ocasiones esto no se cumple.
El objetivo es lograr empleo pleno y productivo y un trabajo decente para todos los hombres y mujeres para 2030, independientemente de su capacidad. Los centros especiales de empleo como Grupo SIFU juegan un papel fundamental para ayudar tanto a las personas con discapacidad como en riesgo de exclusión, que tienen mucha probabilidad de quedar apartados del sistema productivo. Y no se trata solo de ganar dinero, sino de socializar y crecer como personas, algo fundamental en el desarrollo del ser humano.
Dentro de estos nubarrones económicos, es justo destacar que las cifras de empleo para personas con discapacidad están creciendo, pero demasiado lento y con porcentajes sobre el total todavía muy bajos, por lo que queda mucho por hacer. Durante 2022 se cerraron en España un total de 123.515 contratos con personas de distintas capacidades, cifra que supera en un 5 % a las anteriores a la pandemia. A pesar de esta recuperación, siguen pendientes algunos de los retos históricos de la empleabilidad de las personas con discapacidad. Su participación en el mercado laboral sigue siendo muy baja.
El último dato de su tasa de actividad es del 34,6%, lo que supone que casi dos de cada tres personas no tienen empleo ni lo buscan. A pesar de que este dato crece en 3 décimas con respecto al de 2020, es un porcentaje muy bajo para alcanzar el propósito de plena inclusión.
Grupo SIFU y su Fundación llevan treinta años obstinados en lograr una mejora de las condiciones de vida de las personas con discapacidad, y eso pasa por lograr un empleo que les aporte solvencia económica, independencia y realización personal. Con una plantilla actual que ronda las 9.000 personas, el dato fundamental es que cerca de 5.000 son personas con algún tipo de discapacidad —41 % mujeres y 59 % hombres— y, lo que es más importante, casi 2.200 padecen enfermedades mentales, discapacidad intelectual, física, orgánica o sensorial en un grado igual o superior al 65 %, es decir, se consideran de difícil inserción.
Efectivamente, no es una tarea fácil, pero constituye el objetivo diario de la organización, que incluso ha exportado su modelo a otros países, como Francia y Andorra.
Con un fuerte transfondo ético, pero empresa al fin y al cabo, su obligación es garantizar las mejores condiciones laborales de sus trabajadores y ampliar el número de puestos de trabajo en un país con demasiado pocos para el colectivo. Por eso, con el paso de lo años se han ido diversificando los servicios: limpieza, mantenimiento, suministros, servicios auxiliares, labores medioambientales, trabajo temporal, consultoría de formación y RSC, energía, seguros…
Y no solo creación de empleo. Gracias a la labor de Fundación de Grupo SIFU, el trabajador siempre se ve acompañado en su incorporación y desempeño, recibe formación en el puesto de trabajo y, siempre que es posible, se trata de lograr su transición del centro especial de empleo a la empresa ordinaria, el verdadero objetivo.
Y eso es solo posible gracias también a más de 2.100 clientes que han confiado en Grupo SIFU para la gestión de sus instalaciones y servicios. La diversificación es total, con áreas cada vez más especializadas en sectores tan significativos como logística esencial, sociosanitario y hospitalario, distribución alimentaria, industria manufacturera, farmacéutica y agroalimentaria, administración de fincas y comunidades de propietarios, servicios sociales y hotelero. Y esto es solo el principio.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: 8º Aniversario de los ODS, en colaboración con Metrovacesa.