De cara a las próximas semanas, con motivo de la celebración de los Días Mundiales del Reciclaje y del Medio Ambiente, cabe una reflexión para virar nuestro rumbo como empresas y personas individuales hacia una sostenibilidad real y sentida: sólo tenemos un planeta, pero vivimos como si tuviéramos dos. Para poner freno a esta situación, una economía circular global puede permitirnos satisfacer nuestras necesidades y, al mismo tiempo, reducir los materiales que extraemos y utilizamos, haciendo compatible la actividad humana con los límites seguros del entorno natural en el que vivimos.
Con el mundo construyendo el equivalente a la ciudad de Nueva York cada mes durante los próximos 40 años, impera por tanto la necesidad vital de mantenerse dentro de los límites del planeta mientras construimos para mejorar la calidad de vida de todos.
Por eso, en Holcim, la circularidad está en el centro de todo lo que hacemos, como parte de nuestro viaje hacia el Net zero.
La economía y el medio ambiente pueden y deben darse la mano para lograr ese objetivo mediante la optimización de los recursos a través, a su vez, de las 4R: Reducir, Reutilizar, Reparar y Reciclar. Cuatro ejes vertebradores frente al modelo tradicional de economía lineal basada en producir, usar y tirar desperdiciando los recursos existentes en los residuos y sobreexplotando los recursos del planeta.
Esta economía circular tiene especial importancia en la sostenibilidad de nuestro sector: el de la construcción. Debemos fomentar la construcción de lo nuevo a partir de lo viejo. Y hoy en día, ya es una realidad.
Recientemente, el Grupo Holcim ha lanzado la tecnología circular ECOCycle® patentada, con el objetivo de usar hasta un 100% de residuos de la construcción y demolición de edificios e infraestructuras en nuestras soluciones basadas en cemento, árido y hormigón. Asimismo, otro ejemplo de circularidad es nuestra gama de cementos y hormigones de baja huella de carbono, ECOPlanet y ECOPact, que posibilitan una reducción de emisiones de CO2 entre el 30% y el 70%, en comparación con los cementos y hormigones tradicionales.
El futuro de nuestro sector y de cualquier otro pasa por la sostenibilidad y la circularidad. Y una de las claves para impulsarlas es la labor educativa que realicemos con la sociedad. Hacer ver que el único destino al que nos conduce la actual economía lineal es el agotamiento de ciertos recursos naturales. Y esta deriva puede revertirse si ciudadanía, compañías, agentes sociales y las administraciones públicas compartimos el mismo fin: preservar nuestro planeta.
Con esta disposición y actitud proactiva para cambiar ese rumbo, la construcción circular se traducirá no sólo en beneficios sociales como la generación de empleo verde de calidad, sino que también en beneficios ambientales como la conservación de los recursos y materias primas esenciales, la protección de la biodiversidad y la mitigación del calentamiento global mediante la reducción de emisiones de CO2 y el consumo de agua.
Holcim, líder mundial en reciclaje
En Holcim, disponemos de numerosos hitos que avalan nuestro liderazgo mundial en reciclaje. Convertimos más de 30 millones de toneladas de materiales al año, desde plásticos hasta minerales, en nuevas soluciones de construcción y combustibles alternativos. Además, en línea con nuestra brújula corporativa de construir lo nuevo a partir de lo viejo, a nivel mundial reciclamos cada año casi 7 millones de toneladas de residuos procedentes de la construcción y demolición (RCD), convirtiéndolos en nuevos materiales de construcción.
Adicionalmente, de acuerdo con los principios de “reducir, reciclar y regenerar” en toda nuestra actividad, reducimos la huella de los edificios a lo largo de su ciclo de vida: desde soluciones de construcción con bajas emisiones de carbono y energéticamente eficientes, hasta la rehabilitación ecológica de nuestras canteras.
Pero nuestras acciones van más allá: también contribuimos a la regeneración de ecosistemas para preservar nuestro medio ambiente, desde llevar más naturaleza a las ciudades con cubiertas verdes y bosques urbanos habilitados mediante el uso de hormigón permeable hasta restaurar ecosistemas marinos con arrecifes de hormigón bioactivo, y el fomento de la biodiversidad en nuestros espacios mineros, convirtiéndolos en nichos para diferentes especies de flora y fauna.
En definitiva, el poder transformador de la sostenibilidad es transversal al futuro de todos los sectores, como también lo es la circularidad. De nosotros depende.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje.