La pandemia nos ha obligado a reflexionar sobre el planeta que queremos dejar a las nuevas generaciones y a tomar conciencia de nuestra huella como consumidores. En un día como hoy, me gustaría explicar qué podemos hacer para que ese impacto sea positivo también invirtiendo de forma Socialmente Responsable (ISR), mediante gestión indexada (también llamada pasiva).
La ISR es un modelo de inversión basado en criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ASG/ESG) que está creciendo rápidamente en todo el mundo. Aunque no es un concepto nuevo, lo que sí es nuevo es que hoy podemos acceder a ella fácilmente a través de fondos indexados o ETFs (fondos indexados cotizados) que cumplen estos criterios, que a su vez son altamente eficientes y cuya oferta aumenta exponencialmente año tras año.
Invertir no debería ser un gesto ajeno a la sostenibilidad de nuestro sistema económico/productivo, nuestra salud y la de nuestro planeta, el respeto de la ética en el trabajo y la buena gobernanza de las empresas. Por eso, desde que empezamos nuestra aventura en el sector fintech, hemos dedicado muchos recursos y tiempo para convertir nuestro modelo de inversión inteligente en un modelo todavía más sostenible y accesible para todo tipo de inversores.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Medioambiente, promovido por Ayuda en Acción dentro de su proyecto #1Planet4All, financiado por la Unión Europea.
En 2018, fuimos pioneros en la gestión de carteras mediante criterios ISR, únicas en la modalidad de gestión indexada en España, que actualmente ya está disponible tanto en ETFs como en Fondos Indexados y, próximamente, en planes de pensiones. Esta modalidad de carteras es nuestra modesta aportación para contribuir a una sociedad mejor de acuerdo con nuestros valores personales y empresariales.
Uno podría pensar que invertir con un sesgo socialmente responsable en mente podría implicar aceptar un rendimiento menor y eso sería, por supuesto, algo totalmente aceptable desde un punto de vista ético. En inbestMe, sin embargo, hemos demostrado que invertir de esta forma no significa renunciar a rendimientos futuros; al contrario, la rentabilidad de este tipo de carteras se ha demostrado mayor durante los últimos años. Es más, incluso durante la crisis provocada el año pasado por la pandemia, los índices ISR han demostrado ser más resilientes. No sólo la rentabilidad de nuestras carteras ISR están un punto por encima de la media en relación a las carteras sin sesgo ISR, sino que el resto de parámetros también son favorables, destacando especialmente una menor volatilidad.
Es precisamente esta combinación de ética y rentabilidad la que está disparando la ISR como una alternativa cada vez más demandada entre los inversores. Una prueba de ello es que actualmente, alrededor del 40% del volumen gestionado de cuentas de inbestMe corresponde a esta modalidad, un dato que apunta a que ha venido para quedarse porque estoy firmemente convencido que en el futuro la inversión será sostenible o no será.