Han pasado doce años desde que vio la luz el primer ejemplar de la revista Corresponsables. Doce años, cincuenta números, en los que sus miles de páginas han plasmado su compromiso con la comunicación responsable. Una publicación, decana en la responsabilidad social, que es un referente para todos lo que estamos inmersos en este compromiso de promover organizaciones responsables, sostenibles y transparentes.
Doce años en los que la comunicación ha vivido una revolución vertiginosa, generando nuevas formas de llegar a los stakeholders. Sobreinformación o infoxicación son solo algunos términos que reflejan como las redes sociales han cambiado radicalmente la forma de comunicarnos, una experiencia de hiperconexión que lo cambia todo. Y en este contexto Corresponsables ha seguido remando y ha llegado a muchas orillas de la responsabilidad social: poniendo en valor experiencias, visibilizando ejemplos de organizaciones y haciéndose eco de comportamientos responsables y de buen gobierno.
Sus magnitudes lo dicen todo: más de cien jornadas, presencia del anuario en siete países, dosieres temáticos, etc. Un gran trabajo que es un termómetro y una palanca necesaria para la responsabilidad social en España.
Y ¿ahora qué? Pues toca seguir creciendo y seguir innovando, manteniendo la esencia, y adaptándose a los nuevos escenarios. Y en esto los comunicadores tenemos experiencia. Las redes sociales están cambiando hábitos, generando nuevos perfiles de consumidores de contenidos – buscan la agilidad, información efímera y poca profundidad – una realidad que debe conjugarse con la comunicación responsable.
Responsabilidad, transparencia, ética y profesionalidad, valores que deben rodear la comunicación del nuevo siglo, porque aunque el perfil y los hábitos hayan cambiado, la esencia debe permanecer invariable.
Nuestro papel como comunicadores en organizaciones y empresas es y seguirá siendo acercar a la opinión pública qué hacemos y qué aportamos a la sociedad, tendiendo puentes con los diferentes grupos de interés, y como dice Sebastián Cebrián – en el anuario DIRCOM 2017 – cumpliendo con nuestro papel, que está “más en el hacer que n el decir”.
Tenemos nuevas herramientas, nuevas formas de llegar al público, que son una oportunidad para transformar, para dialogar sobre la responsabilidad social, para escuchar y, en definitiva, para avanzar y cocrear. La evolución digital conlleva nuevas formas de comunicar, en las que deberá seguir prevaleciendo el primer compromiso ético del periodista: el respeto a la verdad.