En los últimos años, la igualdad de género y el empoderamiento femenino han sido los puntos de agenda más importantes en toda actividad empresarial y política nacional, convirtiéndose en un componente clave en áreas como la educación, la salud, la reducción de la pobreza y la protección del medio ambiente. Sin embargo, a pesar de que se han realizado avances sociales significativos, la brecha de género todavía existe y sigue siendo un obstáculo importante para el desarrollo sostenible empresarial y social. Desde una perspectiva global, las mujeres enfrentan mayores desafíos que los hombres en términos de acceso a la educación, atención médica, oportunidades de empleo y participación en la toma de decisiones. Además, suelen estar sobrerrepresentadas en trabajos mal remunerados y con condiciones de trabajo precarias.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a nivel mundial existe una brecha salarial de género estimada alrededor del 20% debido a la persistencia de desigualdades culturales y estructurales en las relaciones de poder entre mujeres y hombres. Las compañías que buscan prosperar en un entorno cada vez más competitivo y globalizado deben ser conscientes del valor que aporta la mujer en la organización y trabajar activamente para promover la igualdad de género, el empoderamiento de la mujer y la diversidad en todas sus formas. Esto incluye el acceso a la educación y la capacitación, la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo y la promoción de la igualdad de género en todos los niveles.
En Intel se ha establecido un fuerte compromiso con el empoderamiento femenino y la responsabilidad social corporativa en una base sólida de transparencia, gobernanza y ética, los cuales incluyen acciones a favor del avance de la diversidad e inclusión de la fuerza laboral y el apoyo continuo de nuestros empleados a sus comunidades locales, entre otras acciones sustentables como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el aumento del uso de energía renovable, la reducción del uso del agua y el impulso de prácticas responsables en la cadena de suministro.
En relación con la igualdad de género, el principal objetivo de Intel en la región es promover el intercambio de conocimiento, ideas y acciones a favor de la inclusión del género femenino, así como amplificar las voces de las mujeres y las historias de las niñas, de manera que sirvan de ejemplo a otras, con la finalidad de poder duplicar el número de mujeres en la plantilla laboral al 2030, superando el 40% de representación de mujeres en puestos técnicos y de dirección.
La nueva estrategia corporativa y las metas planteadas para 2030 son objetivos ambiciosos aún para nosotros mismos, ya que reflejan una creciente sensación de urgencia para trabajar con otros al abordar los desafíos a los que no podemos hacer frente de manera individual. La innovación está en la diversidad y no en la monotonía. Por ello, buscamos fomentar la participación femenina para generar ideas y soluciones más innovadoras y creativas, establecer diferentes puntos de vista, desarrollar nuevas habilidades, abordar nuevas formas de operar, mejorar el desempeño de la empresa, tomar mejores decisiones al contar con más mujeres en puestos de liderazgo, fortalecer la cultura corporativa, ser más representativos en los mercados y retener más talento. Además, la igualdad de género puede impulsar un cambio positivo en el mundo al incentivar un mayor acceso a las oportunidades, reducir la violencia de género, fortalecer la democracia al aumentar la participación política de la mujer en la toma de decisiones a nivel local; nacional e internacional, y mejorar el bienestar social al promover la tolerancia y el respeto entre las personas para la construcción de una sociedad más justa.
El escenario es complicado, los retos de la actualidad son variados e inmensos. Seguimos luchando contra una pandemia global, injusticias sociales, guerras, los efectos perjudiciales del cambio climático y mucho más. Sin embargo, el panorama global motiva al sector a trabajar juntos como industria para aprovechar el poder de la tecnología y asegurar de que se utilice como una fuerza para el bien en todas las áreas sociales. Hoy los trabajos de inclusión al interior de las empresas son muy importantes y en la medida en la que más se involucren, mayor será el impacto. Solo de esta manera dejaremos la exclusión atrás y viviremos en una sociedad con derechos equitativos.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables “El rol de la mujer en el desarrollo sostenible: Retos y oportunidades”