En mis doce años en Google, he visto que las cosas grandes ocurren cuando uno no se calla las grandes ideas, especialmente cuando esas ideas están relacionadas con tecnologías emergentes. Con Google AI Impact Challenge, estamos tratando de fomentar esa clase de pensamiento: una llamada a las organizaciones para que utilicen la inteligencia artificial con el fin de abordar problemas sociales, humanitarios y medioambientales. Antes de seguir leyendo recuerda: ¡solo quedan días para participar en el Challenge!
Hay muy buenos motivos por los que centenares de organizaciones sin ánimo de lucro y organizaciones de investigadores ya hayan participado. Recientemente, colaboramos con McKinsey en una investigación para identificar por qué vías la inteligencia artificial puede impulsar el cambio social. En informe resultante muestra que los proyectos de inteligencia artificial tienen el potencial de aportar mejoras en todos y cada uno de los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la ONU: acabar con la pobreza y el hambre o promover la salud y el bienestar general, entre otros.
¿Qué es lo que funciona?
Según el estudio, la inteligencia artificial presenta su mayor potencial en cuatro áreas: salud y hambre, educación, justicia, igualdad e inclusión. La inteligencia artificial puede tener un impacto enorme e inmediato a través de la aplicación de tecnologías como la visión por ordenador, que otorga a los dispositivos la capacidad de comprender imágenes y vídeos, o el procesamiento natural del lenguaje, para enseñar a los ordenadores a analizar gramaticalmente y entender los idiomas humanos.
La visión por ordenador puede utilizarse para mejorar la salud a través de una detección mejorada de enfermedades, para el medioambiente gracias al seguimiento de la vida silvestre, y para la educación mediante nuevas formas de aprendizaje orientadas a personas con diferentes capacidades. Por ejemplo, el procesamiento de lenguaje natural utilizado en chatbots hace más eficientes los procesos de selección, o permite la interacción entre personas que necesitan atención médica y los servicios de salud.
¿Cómo se sostiene?
Aunque la inteligencia artificial no puede resolver todos los problemas, su potencial es profundo. Entonces, ¿por qué no la están utilizando todas las organizaciones sin ánimo de lucro y emprendedores sociales? Tres de los principales desafíos son el acceso al talento, el acceso a datos relevantes, y la capacidad de desarrollar y sostener un proyecto de inteligencia artificial una vez creado. Las organizaciones sin ánimo de lucro y sus financiadores, el sector privado y los gobiernos deberán trabajar juntos para afrontar estos desafíos.
Para poner soluciones a la escasez de talento, necesitamos impulsar más educación a nivel global, especialmente para los profesionales dispuestos a apostar por la inteligencia artificial. Las organizaciones del sector público y privado pueden tener acceso abierto a subconjuntos de sus datos que podrían servir al interés público. Herramientas como Dataset Search están facilitando el descubrimiento de subconjuntos de datos potencialmente relevantes. Además, las organizaciones sin ánimo de lucro están buscando oportunidades para recopilar y compartir los datos más relevantes para los problemas que están tratando de abordar. Finalmente, las personas que financian estos proyectos deberían tener en cuenta cuál es la mejor manera de apoyar su desarrollo y asegurarse de que los profesionales del sector social tienen acceso a formación básica en inteligencia artificial.
Las conclusiones del estudio de McKinsey muestran que, para tener éxito, las herramientas de inteligencia artificial y sus técnicas deben aplicarse de forma responsable: se deben establecer unos principios claros de tal manera que las soluciones tengan en cuenta potenciales impactos negativos – como la perpetuación de sesgos – en poblaciones en situación de desventaja. Así pues, volviendo a lo que comentaba al principio: la convocatoria para el AI Impact Challenge se cierra en unos días, el 22 de enero. Formaré parte del comité de expertos que analizará los proyectos finalistas y decidirá cuáles recibirán financiación desde nuestro fondo de 25 millones de dólares, además de otros recursos. Estamos emocionados por descubrir vuestras ideas.