Vivimos un mundo de transformaciones constantes, marcado por la revolución digital y por una profunda crisis que han acelerado considerablemente los cambios económicos y sociales. El momento presente nos sitúa ante un punto de inflexión decisivo, en el que debemos plantearnos el futuro y decidir el modelo que queremos construir para las próximas décadas. En este proceso, resulta fundamental la labor de las personas que atesoran más conocimiento, experiencia y responsabilidad: el colectivo de los profesionales senior.
Sin embargo, la última Encuesta de Población Activa – EPA – revela que, a pesar de la caída generalizada del paro, el desempleo entre los mayores de 50 años se está estancando. España registra 930.500 profesionales senior en situación de desempleo y buena parte de ellos lleva años en búsqueda activa de trabajo. Tenemos una de las tasas de paro más altas de toda la Unión Europea que afecta, muy especialmente, a las mujeres. Todos estos datos demandan una reflexión por parte de las Administraciones Públicas y del conjunto de la sociedad de nuestro país.
Generación SAVIA, proyecto sin ánimo de lucro de la Fundación Endesa en colaboración con la Fundación máshumano, en el que llevamos cerca de cuatro años impulsando el talento senior, ha presentado una propuesta de medidas legislativas para abordar esta realidad de manera rápida y efectiva. Se trata de un conjunto de iniciativas con el objetivo de que toda la sociedad española sepa aprovechar el enorme valor y cualidades de los profesionales mayores de 50 años. El documento, elaborado por Sagardoy Abogados, Hogan Lovells, Fundación Herbert Smith Freehills, Fundación Fernando Pombo y PWC, trabaja una doble perspectiva: por un lado, el fomento de la igualdad generacional y, por otro, el impulso de la formación de los trabajadores en las empresas.
Entre estas medidas, destaca especialmente la aprobación de una Ley Orgánica de Igualdad Generacional que regularía cuestiones como la igualdad de trato y de oportunidades, la discriminación por razón de la edad, las políticas públicas o la igualdad en el ámbito privado. La norma replicaría, con adaptaciones necesarias, la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Además, los expertos consideran necesario adaptar, modificar o derogar algunos preceptos del Estatuto de los Trabajadores y, por ejemplo, suprimir el límite de edad de 25 años para el contrato de aprendizaje, ya que éste dificulta el reciclaje de las personas de mayor edad.
Del mismo modo, se sugieren medidas para impulsar la formación de los profesionales senior en las empresas. Los expertos proponen ayudas y subvenciones específicas para el desarrollo de acciones formativas, en especial aquellas que puedan servir para afrontar los retos de la transformación digital actual. En este sentido, se sugiere incluir que estas ayudas puedan provenir de la Fundación Estatal de Formación para el Empleo (FUNDAE).
Una sociedad tan madura y desarrollada como la nuestra no puede permitirse desaprovechar el talento, mucho menos en un momento tan retador como el actual, que requiere de toda la energía social para afrontarlo con éxito. Por eso, necesitamos que administraciones, empresas y organizaciones se comprometan de manera decidida con un cambio social y empresarial a favor de los profesionales senior. El futuro de la generación más cualificada marcará, sin duda, el porvenir económico y social del conjunto de España.