Desde la Mesa del Tabaco, entidad que agrupa a toda la cadena de valor del sector en España, queremos dar a conocer nuestro firme compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente. Una determinación que empieza en la tierra, de la mano de nuestros agricultores extremeños. España es el tercer productor de hoja de tabaco de la Unión Europea, gracias a un modelo productivo sostenible en el norte de Cáceres, donde se concentra la mayor parte de la producción.
Nuestros agricultores utilizan eficientemente el agua del riego, tratan de evitar el uso de productos fitosanitarios y realizan un manejo de sus explotaciones bajo un modelo de producción integrada, desarrollado por la Junta de Extremadura que exige el cumplimiento de una serie de obligaciones, que son verificadas por entidades certificadoras externas autorizadas por esta comunidad autónoma.
Entre 2011 y 2015, los cultivadores extremeños han invertido 60 millones de euros en sus instalaciones de curado para sustituir el empleo de combustibles fósiles (como gasóleo o propano) por biomasa procedente de residuos forestales o agrarios, como los huesos de aceituna. Hoy, el 70% de tabaco extremeño se cura con energía proveniente de la biomasa.
Este cultivo es además una producción que sostiene, con un impacto en la economía extremeña de 120 millones de euros al año. Son más de 3.400 los empleos, directamente o indirectamente, relacionados con este cultivo, que juega un papel determinante en el mantenimiento de la población en los núcleos rurales.
Las restricciones regulatorias y la tecnificación han provocado en los últimos años una concentración de las fábricas de tabaco en Europa. Son menos, pero más modernas y eficientes. España no ha sido ajena a este proceso, pero mantiene importantes instalaciones tanto en Cantabria como en Canarias. Algunas de estas instalaciones se han actualizado con notables inversiones bajo los principios de sostenibilidad medioambiental.
Los fabricantes de tabaco tienen un firme compromiso con la sostenibilidad y responsabilidad medioambiental de su actividad, que queda patente en sus memorias específicas sobre este tema. Son fácilmente accesibles a cualquier interesando en profundizar sobre esta materia, quien podrá comprobar que van mucho más allá de las instalaciones.
Si bien la fábrica es importante y sobre ellas existen firmes compromisos de reducción del uso del agua o de cero emisiones, la industria del tabaco quiere generar un impacto positivo extendiendo esta visión de puertas afuera. En este sentido, son de destacar los Programas de Sostenibilidad que tienen las compañías y que implican a los agricultores y sus familias en los países más desfavorecidos para mejorar su día a día. Abarcan desde la formación y ayuda en la producción hasta educación para sus hijos.
Esta visión se mantiene a lo largo de los diferentes eslabones, como la distribución, hasta que nuestros productos llegan a las manos del consumidor. Y aquí nos enfrentamos con el problema de las basuras -en nuestro caso, los filtros de los cigarrillos- arrojadas indebidamente al medio ambiente. ¿Somos los fabricantes responsables de un comportamiento incívico con nuestros productos?
Desde la Mesa del Tabaco entendemos que no se puede extender la responsabilidad al fabricante en la medida en que en manos del consumidor el producto está fuera de su control. De la misma forma, entendemos que es necesario empoderar al ciudadano de la importancia de cuidar el medioambiente y de que cada uno de nosotros podemos contribuir eficazmente con un simple gesto: depositar los residuos en los lugares adecuados, en lugar de arrojarlos al suelo.
Queremos formar parte de la solución y, en este sentido, estamos evaluando diferentes alternativas. Somos un sector responsable y comprometido.