Desde el 2012, Laboratorios Bagó del Perú viene trabajando un Programa de Prevención de Violencia contra la Mujer y Equidad de Género. Su creación estuvo marcada por un lamentable incidente ocurrido en una subsidiaria en Chile, donde una colaboradora fue asesinada por su pareja, que luego se suicidó. Desde entonces, acompañados por el Ministerio de la Mujer y la Agencia de Cooperación Alemana GIZ con su programa ComVo Mujer, iniciamos nuestro trabajo a favor de mujeres saludables y libres de violencia con base en cuatro pilares.
Nuestro primer pilar se orienta al liderazgo y la normativa. Es esencial que la plana directiva tome conciencia y se involucre de lleno en el cambio cultural necesario para preservar la equidad de género. Por ello, considero que es primordial saber cuán importante es contar con un programa de prevención dentro de nuestras organizaciones. La prevención es clave. Asumamos como empresa nuestro rol de agente de cambio social, implementando a conciencia este programa, protegiendo a nuestras colaboradoras y contribuyendo con la equidad en nuestro Perú.
En cuanto al aspecto normativo, en Laboratorios Bagó del Perú se rechaza tajantemente cualquier conducta de violencia de género que ocurra dentro o fuera de la organización, incluso con sanciones, de presentarse el caso, pues sabemos que la base de la equidad comienza por la tolerancia cero a la violencia.
El segundo pilar de nuestro Programa es la capacitación del 100 % de nuestras colaboradoras y colaboradores en temas de prevención de violencia contra la mujer y equidad de género, especialmente en las fechas alusivas como el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y el 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Además de nuestro personal capacitado, contamos con un equipo de agentes internos de prevención conformado por gerencias y jefaturas, principalmente, pero también por líderes orgánicos de nuestra empresa. Ellos han sido capacitados para detectar y derivar casos de violencia dentro o fuera de Bagó.
La atención de casos es nuestro tercer pilar. Las organizaciones deben divulgar activamente las redes externas de apoyo y, según el caso, acompañar a la colaboradora o colaborador en el proceso de atención. En Bagó lo hacemos siguiendo nuestro flujo de atención de casos a través de nuestra asistenta social y con plena confidencialidad. Finalmente, la difusión, que es el cuarto pilar, consiste en sensibilizar durante todo el año a la colaboradora o colaborador mediante los canales de comunicación que tenemos disponibles.
Sabemos que en los países de nuestra región alrededor de 4 de cada 10 mujeres son víctimas de violencia por parte de su pareja o de acoso sexual en el trabajo. Ese es nuestro reto. Esta situación trae enormes costos para las empresas debido a la pérdida de productividad asociada a las tardanzas, al ausentismo, al presentismo y a la rotación de personal. Los costos son cuantiosos no solo para las agredidas, sino también para los agresores y para el personal que atestigua estos hechos.
Pero hay noticias que nos alientan. Experimentos recientes de la Cooperación Alemana y la Universidad de San Martín de Porres demuestran que la prevención de la violencia puede reducirla en 32.1 %, además de disminuir los costos en 51.2 %. Los resultados son contundentes: prevenir en violencia disminuye los costos por productividad laboral y aumenta el compromiso laboral y la satisfacción del personal.
En Bagó del Perú somos conscientes de esta problemática y le otorgamos la relevancia necesaria a través de nuestro Programa, que es pionero en prevención de violencia contra la mujer. Desde hace más de 10 años, no solo contempla acciones dentro de nuestra organización. También se ha extrapolado hacia la comunidad a través de la marca Anaflex Mujer, pastilla para cólicos menstruales, a través de sus diversas campañas con mensajes contra la violencia hacia la mujer y a favor del empoderamiento de las mujeres jóvenes, target del producto.
Las empresas deben entender como una prioridad la implementación de programas de prevención de violencia contra la mujer y equidad de género en todos los ámbitos. Este compromiso requiere del apoyo y la determinación de la plana gerencial. Una convicción real que incluso brinde soporte en casos de violencia de género en casa. Un apoyo que se encuentre libre de justificaciones y acciones contra la prevención, libre de resistencias que impiden el desarrollo de las políticas y prácticas de prevención y que dificultan mayores logros a favor de la equidad de género.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables “El rol de la mujer en el desarrollo sostenible: Retos y oportunidades”