En el caso que nos ocupa, el de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), me congratula celebrar el X Aniversario del Anuario Corresponsables observando la extraordinaria labor que se realiza en nuestro país, no solo desde el ámbito empresarial, en materia de buen gobierno, derechos humanos, conciliación, medio ambiente, voluntariado o ayuda a colectivos desfavorecidos, entre otras múltiples cuestiones. Gracias a entidades como la Fundación Corresponsables y MediaResponsable hemos conseguido que este tipo de prácticas formen parte del ADN de muchas organizaciones. Os felicito por ello.
Han pasado ya diez años y, aunque todavía nos quede un buen camino por delante, podemos estar orgullosos de lo alcanzado. A los esfuerzos emprendidos por las grandes empresas, poco a poco se han ido uniendo los de otras organizaciones, como son los Consejos Generales y Colegios Profesionales, que desde su más genuina esencia han querido contribuir a la construcción de una sociedad cada vez más justa e igualitaria.
La cercanía de los profesionales a la realidad social les otorga un papel protagonista a la hora de identificar y llamar la atención sobre problemas graves que afectan a la ciudadanía, así como de promover y reivindicar los cambios necesarios para atajarlos. En estos diez años, han sido múltiples los proyectos e iniciativas lanzadas por las organizaciones colegiales en pro de los derechos humanos, de la discapacidad, de la infancia, del respeto por el medio ambiente, de la igualdad, del empleo digno, de la transparencia… Desde ámbitos como el sanitario, el jurídico, el científico, el económico o el social, así como las ingenierías y la arquitectura, estas corporaciones de derecho público han alzado en numerosas ocasiones la voz en defensa de los derechos de la ciudadanía, especialmente, de los colectivos más vulnerables. Y lo seguiremos haciendo.
Hace también una década, creamos en nuestra publicación de referencia, la revista Profesiones, un suplemento en el que, bajo el título “The Global Compact” (Pacto Mundial), se han ido recogiendo tribunas de personalidades, artículos de expertos y noticias sobre todas aquellas cuestiones que tienen cabida en el gran paraguas de la RSC. Salvo ediciones concretas, este suplemento ha visto la luz número a número con una máxima: mostrar al sector colegial el significado de esta «nueva» forma de gestión (como era el caso por aquel entonces) y su aplicación en todo tipo de entidades, incluidos los colegios profesionales.
Los desarrollos puntuales de acción social abrieron paso a estrategias y/o planes integrales de Responsabilidad Social Corporativa que, fruto de la voluntad y el esfuerzo de las personas que las promueven, reportan demostrados beneficios a todos. Más allá de la defensa del interés general —función intrínseca de los colegios profesionales—, muchas organizaciones colegiales han incorporado voluntariamente acciones relacionadas con la RSC en su gestión y en la forma de relacionarse con sus públicos. Así como defendemos la deontología como garantía de buena práctica, se impone poco a poco la asunción del buen gobierno como señal de excelencia en la gestión institucional. De aquí que desde Unión Profesional lanzáramos en 2014 una guía para la implantación del buen gobierno en el sector colegial. Porque creemos que debemos recuperar entre todos la ilusión y la confianza en las instituciones, promoviendo una sociedad civil organizada, fuerte y sólida.
Hagamos las cosas bien desde un punto de vista holístico. Preocupémonos del impacto que nuestra actuación tiene sobre los demás y modifiquemos todo aquello que resulte negativo. Las secuelas de las distintas crisis que venimos atravesando estos últimos años nos demuestran cada día que la irresponsabilidad, el cortoplacismo y el egoísmo no constituyen una opción válida. La RSC nos salvará de consecuencias graves y será la que nos permita crecer en bienestar y paz social aquí en Europa y, esperemos, en cada vez más regiones del mundo.