En Laragon llevamos más de 15 años trabajando con las empresas en la mejora de la gestión de sus procesos QEHS, el cumplimiento de sus objetivos y la mitigación de sus riesgos a través de la digitalización.
Consideramos que la fiabilidad de la información, la constancia y consistencia son aspectos clave a la hora de poder generar un impacto positivo con las acciones que realizamos en estos ámbitos.
El desempeño en aspectos ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) se ha colocado en el centro de las estrategias de las organizaciones, que cada vez invierten más recursos en integrar dichas políticas en sus estrategias de negocio debido al tremendo impacto que generan en sus ratings de sostenibilidad y financieros.
Pero queda mucho por hacer: las empresas también deberían contemplar en sus estrategias de sostenibilidad una mayor integración en búsqueda de sinergias con las instituciones que trabajan en la dimensión territorial y social en la que operan.
No solo se trata simplemente de cumplimiento normativo, sino también y principalmente de integrar las políticas de sostenibilidad y resiliencia de ciudades y regiones en materia de movilidad y servicios, espacios verdes y biodiversidad, capital natural, economía circular, cohesión social, salud pública, calidad de vida, gobernanza, infraestructuras inteligentes, etc.
Creemos que este es un gran reto, pero en la era digital en la que estamos cada vez tenemos menos barreras a la hora de poder medir el impacto que podemos generar desde las empresas, las ciudades, o trabajando juntos integrando estas estrategias.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: La nueva sostenibilidad y digitalización de Madrid