Todos los años el 5 de diciembre se dedica a destacar la labor de los voluntarios, personas que dedican su tiempo de manera altruista a mejorar la situación de otros. Su espíritu y su capacidad de compromiso debería inspirarnos a todos los miembros de la sociedad, sobre todo en un momento de dificultades, como el que vivimos, en medio de una pandemia, donde una respuesta generosa de los ciudadanos es vital para que salgamos adelante.
El propósito de Lilly es el de mejorar la vida de las personas en todo el mundo, por ello, tiene lógica que el voluntariado corporativo adquiera una gran relevancia entre todas las iniciativas que desarrollamos para los empleados.
El voluntariado corporativo en Lilly sigue una línea estratégica basada en tres ejes. El primero de ellos es el del apoyo a la salud y la innovación, como es el caso del Programa Emprende inHealth, para el apoyo al Emprendimiento Social en el ámbito de la Salud, o de Desafío Health, enfocado a la reducción de la obesidad infantil. Teniendo en cuenta que nuestra empresa se dedica a la innovación y a la salud, tiene sentido que tengamos esta preocupación por contribuir al ODS 3. El segundo eje tiene como objetivo el fomento de la educación y la formación de los jóvenes, así como el acceso al empleo. El futuro de la ciencia y de la salud pasa por tener unos profesionales formados y cualificados, de ahí nuestra implicación con programas como Desafío PRO -para evitar el abandono escolar de los jóvenes de secundaria- o Desafío Pro Empleo, para ayudar a jóvenes desempleados al acceso al mercado laboral. Con estos dos programas, Lilly pretende contribuir a los ODS 4 y ODS 8.
Pero además de estas iniciativas, Lilly organiza desde hace 14 años en todo el mundo su “Global Day of Service”. En la última edición celebrada en septiembre, los empleados de Lilly en España dedicaron en un solo día más de 800 horas de voluntariado en un total de 15 actividades distintas y desde la primera edición, Lilly ha contribuido con más de 1,2 millones de horas para mejorar la situación de ciudadanos de todo el mundo.
Nuestras actividades se llevan a cabo a través de alianzas con entidades especializadas en este ámbito, como es el caso de UnLimited Spain y United Way España que nos conectan con organizaciones y beneficiarios para que los programas generen un mayor valor añadido.
Cuando se habla de voluntariado, siempre se dice que quien lo practica se lleva mucho más que quien lo recibe. En el caso del voluntariado corporativo, en el que la empresa se suma como un actor más en busca de mejorar el entorno, esta regla se cumple con creces. En Lilly nos hemos dado cuenta de que, contribuyendo con horas de trabajo que nuestros empleados dedican a mejorar la situación de nuestras comunidades, conseguimos que desarrollen habilidades diferentes, que aprendan a trabajar en equipo en otros entornos, que se sientan más motivados… y todo ello redunda en un mayor orgullo de pertenencia.
Este esfuerzo por generar un impacto positivo en la sociedad ha llevado a que Lilly sea reconocida con la distinción Better for the World, que otorga Great Place to Work a compañías preocupadas por la sociedad, por su entorno y por ser un referente en este mundo. En este reconocimiento, se valora tanto el orgullo individual de los empleados al pertenecer a esta empresa, como el de la propia empresa por generar un valor para la sociedad. Un premio que hemos disfrutado a la largo de este año y que no olvidaremos a la hora de planificar nuestras siguientes iniciativas para colaborar en la mejora de nuestro mundo.
Este artículo forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de los Voluntarios