El agua es la esencia de la vida, un recurso vital fundamental para nuestra economía y bienestar cuya gestión se presenta en la actualidad como uno de los desafíos más significativos de nuestro tiempo.
En España, enfrentamos una sequía prolongada que, según datos de Greenpeace, coloca al 70% de nuestras cuencas hidrográficas en un nivel de estrés hídrico alto o severo. De hecho, el año 2023 se marcó como el cuarto más seco del siglo XXI según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, un testimonio claro de la crisis hídrica a la que nos enfrentamos.
Esta escasez no solo pone en riesgo la vida humana, la biodiversidad y los ecosistemas, sino que también repercute directamente en el ámbito empresarial de nuestro país, afectando a sectores cruciales como la agricultura, el turismo y la industria.
En consonancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6), que promueve la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos, resulta esencial que empresas de todos los tamaños adopten prácticas que minimicen el consumo de este recurso.
Es por ello que la aplicación de medidas específicas, particularmente en regiones vulnerables como España, son fundamentales para garantizar un futuro sostenible y equitativo en cuanto al acceso al agua.
Este contexto también nos impulsa a reflexionar sobre la necesidad de abordar la sequía de manera proactiva, reforzando y creando políticas ambientales que permitan a los mercados adaptarse sin afectar gravemente su producción. En este espíritu, desde L’Oréal Groupe nos hemos comprometido a que el 100% de nuestras fórmulas sean respetuosas con el entorno acuático y a reducir en un 25% el consumo de agua de nuestros productos para 2030, como parte de nuestra estrategia de sostenibilidad L’Oréal For The Future.
Desde el año 1980 el agua media disponible se ha reducido en un 12% y las proyecciones indican que en el año 2050 puede haber una disminución adicional de entre el 14 y el 40%. La resiliencia del sector empresarial en el futuro se verá por tanto afectada por su adaptabilidad, así como por sus esfuerzos económicos y logísticos para transformar sus procesos reduciendo la dependencia a este recurso.
Por ello, en L’Oréal tenemos el objetivo de reciclar o reutilizar el 100% del agua en nuestros procesos productivos. Nuestra planta internacional de Productos Capilares en Burgos es un ejemplo de adaptabilidad en la industria, reconocida en 2017 como la primera planta Waterloop de L’Oréal Groupe, que recupera y recicla el agua utilizándola solo como materia prima y para el consumo humano. Este enfoque ha permitido el ahorro anual de 40.000 m3 de agua, el equivalente al consumo de 820 personas en 2023.
Como compañía, no solo reducimos el consumo de agua en nuestros productos y procesos, sino que también fomentamos que nuestro ecosistema contribuya a ello, un ejemplo de nuestro compromiso con la sostenibilidad es nuestro programa Hairstylists for the Future, la iniciativa que apuesta por una industria de la peluquería profesional más sostenible y que ha desarrollado Water Saver, un cabezal de ducha único que puede reducir el consumo de agua en las peluquerías hasta en un 69%.
Además, participamos en alianzas multisectoriales y multistakeholders como StepbyWater, con el propósito de impulsar un cambio de paradigma hacia la sostenibilidad en la gestión del recurso hídrico entre el sector privado, las instituciones públicas y el tercer sector.
En definitiva, la responsabilidad de cuidar nuestros recursos hídricos recae tanto en las grandes empresas, como en cada uno de nosotros. Una llamada a la acción que debe extenderse más allá de las barreras corporativas y reclamar la colaboración y el compromiso conjunto de todos, asegurando una gestión sostenible del agua para las futuras generaciones, y construyendo un futuro más azul.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Agua 2024.