Los problemas de salud mental serán en 2030 la principal causa de discapacidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el caso de la población española, los informes anuales del Sistema Nacional de Salud (SNS) señalan que el 34% de la ciudadanía tiene algún problema de salud mental, afección que supera el 40% a partir de los 50 años.
La salud mental es un factor esencial del bienestar general de las personas y, por lo tanto, tiene un impacto muy significativo en su capacidad para desempeñarse en el ámbito laboral. Sin embargo, en el caso de las personas con este tipo de patologías o con discapacidad psicosocial, los prejuicios y estereotipos asociados a su condición hacen que, en múltiples ocasiones, se enfrenten al estigma, a la incomprensión de la sociedad y a ideas equívocas y preconcebidas que dificultan su acceso y permanencia en el empleo.
A esta circunstancia se suma el escaso y lento despliegue de programas y políticas públicas para la creación de entornos laborales accesibles e inclusivos. La realidad es que, en la actualidad, ocho de cada diez personas con problemas de salud mental no tienen empleo, siendo dentro del colectivo de personas con discapacidad las que presentan la menor tasa de actividad (INE 2023).
Aparte del apoyo sanitario, estas personas requieren de apoyo social para desarrollar y mantener relaciones personales, familiares y sociales y participar en actividades significativas como el empleo. No solo es importante acceder a un puesto de trabajo, también lo es poder mantenerlo en el largo plazo. Para ello, son necesarios programas de seguimiento que incrementen la atención sociolaboral especializada y cuenten con servicios de atención psicológica como medida preventiva en casos agudos, algo que, además, redundará en una disminución del absentismo y de las incapacidades temporales vinculadas a las patologías de salud mental. Y es que, tras las enfermedades osteomusculares, la segunda causa de baja laboral, temporal y permanente, la ocupan los problemas de salud mental.
Como Centro Especial de Empleo en el que más del 90% de nuestra plantilla son personas con discapacidad, en Integra CEE creemos firmemente en la importancia de abordar la salud mental como un aspecto intrínseco de nuestras políticas corporativas y no como un extra. Desde nuestra Unidad de Apoyo a la Actividad Profesional (UAAP) ofrecemos un seguimiento individualizado a todas las personas de la plantilla, proporcionando ese apoyo social y acompañamiento a las personas con discapacidad en el ámbito profesional, personal, social y familiar.
Nuestro Programa de Bienestar Biopsicosocial cuenta, además, con una línea de actuación centrada en la mejora del bienestar psicoemocional de la persona a través de servicios de terapia con especialistas externos. De esta manera, se alcanzan diferentes beneficios y se aumenta el compromiso y la motivación del personal, ofreciendo una respuesta inmediata a situaciones susceptibles de recibir asistencia psicológica urgente.
En este sentido, cabe destacar que las alteraciones de la salud mental son una de las causas relevantes en los procesos de incapacidad temporal o permanente en el trabajo. Así, por medio de este programa tratamos de prevenir o paliar estas situaciones que dificultan el desarrollo adecuado a nivel laboral, además de garantizar la sostenibilidad del empleo de estas personas y evitar el agravamiento y la cronicidad de las diferentes patologías.
La creación de lugares de trabajo que cuidan de la salud mental ha de ser una responsabilidad compartida. Este tipo de iniciativas empresariales deben ir acompañadas de planes y políticas públicas que fomenten la empleabilidad y permitan su pleno desarrollo. La coordinación entre administraciones públicas, organizaciones sociales y empresas es crucial para crear alianzas sólidas y plataformas de coordinación y trabajo en red entre todos los agentes involucrados para favorecer los entornos saludables en todos los sentidos.
Además, es fundamental seguir generando conciencia y sensibilizar a la población sobre la corresponsabilidad en materia de salud mental, de manera que también se reduzca el estigma laboral y social que sufren estas personas. En Integra CEE estamos convencidos de que cuidar de la salud mental de nuestras personas trabajadoras revierte en climas laborales más amables e inclusivos, con profesionales más comprometidos y motivados.
¡Prioricemos la salud mental, invirtamos en futuro!