El Día Mundial de los Océanos es una oportunidad magnífica para reflexionar sobre la importancia de estos en nuestra vida y en el equilibrio del planeta; así como para desgranar los problemas a los que se enfrentan como resultado de nuestras acciones individuales y colectivas.
Los océanos cubren más del 70% de la superficie de nuestro planeta, son el hogar de una rica biodiversidad y desempeñan un papel fundamental en la regulación del clima, la absorción de dióxido de carbono y la producción de oxígeno: son el pulmón del planeta, pues producen la mitad del oxígeno que respiramos. Pero, tristemente, nuestros océanos están enfrentando desafíos sin precedentes debido a la contaminación, el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos marinos.
La acumulación de plásticos en los océanos es particularmente alarmante, ya que causa daños irreparables a la vida marina y afectan negativamente a toda la cadena alimentaria. Estos desafíos requieren una acción urgente y colectiva. A pesar de los esfuerzos actuales, la ONU estima que existen entre 75 y 199 millones de toneladas de plásticos en los océanos.
El plástico puede ser el mejor material que existe para producir juguetes, tecnología o para proteger los alimentos; el problema es que producimos en un año lo que no podemos gestionar en decenas; arrojando el dato atroz de que solo se recicla el 9% del plástico y el 80% terina en los océanos (f. Greenpeace). Así que, si no cambiamos la manera en que producimos, usamos y eliminamos el plástico, la cantidad de desechos plásticos que llegan a los ecosistemas acuáticos no parará de aumentar.
Por eso, como líderes empresariales, tenemos la responsabilidad de actuar y promover prácticas sostenibles que ayuden a revertir la situación actual. Los productos de un solo uso de consumo masivo son uno de los problemas y alrededor del 98% de los productos de plástico de un solo uso se fabrican a partir de combustibles fósiles. Lo que hicimos en Ly Company fue elegir un envase más comprometido con el medio ambiente para el agua, que es uno de los productos de un solo uso más vendido, y que según la NOAA (National Oceanografic Atmosfheric Administration) de USA se biodegrada en el medio marino entre 3 y 6 meses versus una botella de plástico que tarda 450 años, una lata 200 años y una botella de vidrio nunca; por eso cuando veas imágenes de desperdicios en los mares nunca verás envases de cartón.
El envase de Aqualy, el agua de calidad premium que comercializamos desde Ly Company, está compuesto en un 60% de cartón procedente de bosques con certificado FSC; entre el 82 y el 88 por ciento de nuestros materiales son renovables; y los bioplásticos que utilizamos proceden de la caña de azúcar con certificación Bonsucro. Con todo ello, no solo ayudamos a reducir muy considerablemente la producción de plástico, sino que disminuimos nuestras emisiones de CO2 porque no utilizamos combustibles fósiles en la producción de nuestros envases.
Esta es una de las claves: reducir la huella de carbono en todo el ciclo de vida del producto. La sostenibilidad es una necesidad urgente y empresas, consumidores y gobiernos debemos unirnos en un esfuerzo conjunto para preservar y proteger nuestros océanos para las generaciones futuras. Nuestros océanos son el corazón del planeta y necesitan más apoyo que nunca.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de los Océanos, en colaboración con ISDIN.