Cumplimiento y compliance son palabras que en los últimos años se han incorporado a nuestro día a día como organizaciones, seamos empresa, fundación, asociación o cualquier otra forma jurídica. Los requerimientos administrativos y de gestión que ya teníamos se modifican, se amplían y además se suman otros nuevos.
Algunas organizaciones argumentan que estos nuevos requisitos complican la colaboración entre empresas y ONG. Y puede que no les falte razón desde el punto de vista de requisitos administrativos y de documentación, aunque también podemos ver el cumplimiento/compliance como un elemento que aglutina y refuerza las políticas y buenas prácticas en las que ya veníamos trabajando en el Tercer Sector. Desde nuestra óptica como organizaciones sociales, estas políticas y buenas prácticas de gestión nos ayudan a generar confianza en nuestros colaboradores; ese elemento básico en cualquier relación tan difícil de conseguir y tan fácil de perder.
Esta confianza tiene dos vertientes: en la primera hablamos de generar confianza en QUÉ hacemos, en lograr más soluciones efectivas y eficientes para problemas sociales importantes. Confianza en que las actuaciones y actividades que proponemos son las que contribuirán a mejorar la calidad de vida de nuestros beneficiarios, en definitiva confianza en que sabemos lo que hacemos.
La segunda vertiente es generar confianza en cómo lo hacemos, cómo nos organizamos y gestionamos. Y aquí entran la ética, la responsabilidad social, el buen gobierno, la transparencia, las buenas prácticas y también el cumplimiento. En esta segunda vertiente la Fundación Lealtad tiene una propuesta para empresas y ONG: el Sello ONG Acreditada que se otorga a las asociaciones y fundaciones que cumplen íntegramente los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas. En este sentido nuestro reto es generar información fiable y objetiva que ayude a las empresas a conocer los aspectos clave de sus socios de proyecto.
Estos indicadores en los que se basa nuestro distintivo de confianza constituyen una guía de trabajo que contribuye a la mejora efectiva de la organización. En los informes de transparencia de las entidades acreditadas quedan reflejados los aspectos más determinantes de la organización: cómo funciona el órgano de gobierno de la entidad, las áreas concretas en las que trabaja y la coherencia de los proyectos con su misión, los sistemas de seguimiento y evaluación de sus proyectos, el origen y pluralidad de su financiación, cómo controla el uso de sus fondos, si está al corriente de sus obligaciones legales y fiscales, y si promueve el voluntariado, entre otros.
El Sello ONG Acreditada responde además a la demanda de una sociedad cada vez más exigente a la hora de colaborar. Y es que el donante espera un uso eficiente de los recursos que aporta y cada vez se interesa más por conocer cuáles son los resultados de los proyectos que se ponen en marcha, no sólo en el corto plazo, sino también en el medio y largo plazo. En este contexto, desde la Fundación Lealtad hablamos de los 10 consejos para donar y que se resumen en tres ideas básicas: informarse antes, durante y después de la colaboración para que la donación sea eficaz.