En la Fundación IReS, Instituto de Reinserción Social, con más de 44 años de historia trabajamos a partir de haber integrado nuestra propia RSC, y apostamos por aquellas empresas cuya política de RSC va más allá de la persona de contacto en la entidad implicando a toda la organización; ya que tener la RSC integrada como parte de la cultura organizativa no necesariamente requiere de grandes inversiones.
En este sentido, uno de los centros donde atendemos a infancia en riesgo fue decorado por un grupo de voluntarios trabajadores de aduanas. Un camping capta fondos para un proyecto de infancia que se ha quedado sin financiación y, además, invita a pasar unos días a un grupo de menores que viven en uno de nuestros centros. Una recogida de productos de higiene personal y del hogar en un Centro Cultural de un barrio de Barcelona que superó las mil quinientas unidades, las destinamos a personas con serias dificultades económicas. Una fundación vinculada a la hostelería aportó regalos de reyes a niños del Casal en Familia. Una pequeña escuela de música, costea clases a una niña tutelada con buenas dotes musicales y pocas oportunidades. Un hotel de lujo despliega tres acciones diferentes de responsabilidad social corporativa que aporta fondos y sensibiliza a los clientes: aportando un 10 % del importe de una suite solidaria durante el verano, facilitando un stand para la venta de rosas para el día de Sant Jordi a Catalunya implicando al personal del hotel en la venta de rosas durante la jornada o recaudando 1 € por factura de sus clientes.
Estos son sólo algunos de los ejemplos de RSC de diferentes empresas vinculadas a la Fundación IReS.
Uno de nuestros objetivos es transmitir estos valores a todas aquellas entidades que entendiendo la RSC como una forma de desarrollarse, quieran integrar acciones de colaboración social en su política de RSC ofreciendo por nuestra parte, la posibilidad de ayudar a diseñar a cada una de las empresas la RSC atendiendo a sus políticas internas, comerciales y estructurales.