En una evaluación global se pone de manifiesto, una vez más, que todos los programas ofrecen un espacio para la RSE no sólo en la práctica empresarial, sino también desde la necesidad de su integración en la gestión de otros agentes sociales y las propias administraciones públicas. Si establecemos una comparativa con el análisis elaborado en las pasadas elecciones del 20D vemos que además de seguir presente la mención a medidas específicas de RSE en todos los programas, en algunos casos se ha aumentado el número de alusiones a la responsabilidad social y en todos ellos se ha dado un protagonismo más claro al medio ambiente con especial atención sobre el cambio climático y el control de las emisiones, dos requisitos que afectan de forma directa a la actividad empresarial. Destaca también la relevancia que todos los partidos dan a la conciliación y a la responsabilidad de las empresas con sus empleados, así como, a la integración de la diversidad.
Analizando de forma más detallada cada uno de los programas vemos que en el caso de Ciudadanos, aunque no se utiliza más que en una ocasión el término específico de responsabilidad social, se tiene muy en cuenta a lo largo de todo su programa, especialmente en el impacto social que tienen las empresas, abordando de forma muy detallada los temas de conciliación, atribuyendo a las empresas una responsabilidad sobre la posibilidad de que sus empleados racionalicen su jornada laboral de manera que les permita compatibilizarla con su vida personal. En el enfoque de la promoción de las buenas prácticas empresariales por parte de la Administración Pública, Ciudadanos adopta un papel que mezcla lo normativo, orientado a legislar en áreas relacionadas con la integración y la conciliación, con los incentivos para aquéllas empresas que demuestren su implicación con la sociedad, con sus trabajadores y con el medio ambiente.
Por su parte el Partido Popular, mientras que en el anterior programa relacionada de forma mucho más clara la responsabilidad social con la gestión del impacto social de la empresa, en éste amplía el enfoque de la gestión ética relacionándola con la integración y la relación público-privada. Presta también una atención clara a la responsabilidad que la empresa tiene sobre el entorno social, una responsabilidad que atribuye no sólo a la conciliación sino también a la empleabilidad de los trabajadores e incluso a la formación en la que las empresas adquieren un papel de mayor protagonismo. Un programa que establece además un relación clara de las empresas con la integración de las personas con discapacidad y procedentes de sectores vulnerables. Ofrece un papel relevante a la incidencia que las empresas tienen en el medioambiente y en la biodiversidad, en espacial en sectores más susceptibles a este impacto como el agroalimentario y el pesquero. La relación que establece entre sector público y privado para el fomento de la responsabilidad social empresarial, se basa fundamentalmente en la colaboración y la incentivación.
El Partido Socialista destaca por ser el que desarrolla de una forma más detallada el concepto de responsabilidad social, algo que ya se destacaba en el anterior programa. Lo hace de una forma multidimensional, tanto desde el punto de vista de la contratación pública, pasando por la conciliación, la formación y el impacto social hasta llegar a temas relacionados con el buen gobierno corporativo o la responsabilidad de sectores específicos. Uno de los aspectos más destacables del programa, en lo vinculado con la gestión ética de las empresas, es la importancia que se le da al buen gobierno y la transparencia, tanto desde el punto de vista del cumplimiento normativo y los códigos éticos, como desde la gestión de los Consejos de Administración. Se ofrece un análisis amplio de la gestión del impacto ambiental de las empresas mencionando, de forma específica, la necesidad de establecer un precio del carbono y apostando por la economía circular y la protección de la biodiversidad como instrumento en la lucha contra el cambio climático. En lo relacionado con la gestión del impacto social de las empresas se vuelve a prestar atención a temas como la conciliación o la igualdad salarial entre hombres y mujeres y además se dedica atención a la integración de la diversidad especialmente de la integración del colectivo LGTB. Su enfoque de la relación público privada en el impulso de la responsabilidad social mezcla la legislación con la colaboración.
Por último, en el programa de Unidos Podemos encontramos menciones específicas a la responsabilidad social empresarial vinculada tanto a los requisitos de contratación pública, como a la educación y la responsabilidad con la sociedad. Destacan en este caso los aspectos ambientales vinculados con la gestión empresarial, ofreciendo especial atención al cambio climático, la economía circular, la movilidad sostenible y las energías verdes. Su apuesta por la gestión del impacto social se centra fundamentalmente en la gestión de la diversidad, la conciliación y la participación de los trabajadores en la gestión empresarial. Respecto a la relación que se evidencia en el programa entre la Administración Pública y el sector privado respecto al fomento de la responsabilidad social empresarial, es fundamentalmente normativa especialmente en los temas ambientales, aunque se incluyen varias medidas orientadas a su fomento mediante la colaboración.
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